La carne de cerdo es un ingrediente popular en la gastronomía mexicana, protoganista en platillos como las carnitas, la cochinita pibil, los tacos al pastor o el pozole. También es aprovechado para prepar chicharrón, un crujiente alimento que se come solo, en tacos o como acompañamiento en otros platos.
En cada una de las preparaciones que se utiliza esta proteían se aprovechan diferentes partes del cerdo, seleccionando aquellas que cumplan con los requisitos de textura y sabor necesarios.
Por ejemplo, los tacos al pastor se preparan comúnmente con pierna o lomo. La cochinita pibil igualmente se hace con pierna.
En cambio para otros platillos, como las carnitas, se utiliza carne de varias partes del animal: la pierna, la paleta, el lomo o la costilla.
El chicharrón se diferencia de los alimentos antes mencionados, pues se prepara con un elemento distintivo: la piel del cerdo, a menudo con una capa de grasa.
La piel para preparar chicharrón se obtiene del costillar y del vientre del cerdo. Estas partes son seleccionadas por su contenido adecuado de grasa y tejido conectivo, lo cual es esencial para lograr la textura crujiente característica del chicharrón.
La piel se cocina primero para ablandarla y luego se seca completamente. Una vez seca, se fríe en aceite caliente hasta que se vuelve crujiente y dorada.
Después de este proceso el chicharrón está listo para consumirse. En México es común que se coma en tacos placeros, conocidos por ser una mezcla de huevo cocido, nopales, requesón, aguacate, queso fresco, chile, frijoles y salsa, entre otros ingredientes.
¿Comer chicharrón en saludable?
El chicharrón, preparado a partir de carne de cerdo, se clasifica como una proteína de origen animal. A pesar de su valor proteico, este alimento enfrenta críticas debido a que su preparación implica freírlo en grandes cantidades de aceite, lo cual puede tener efectos adversos para la salud.
Investigaciones recientes han señalado que el consumo excesivo de alimentos grasosos, como el chicharrón, puede aumentar el riesgo de padecimientos cardíacos, incluyendo infartos y niveles elevados de colesterol, además de contribuir al sobrepeso y la obesidad.
Sin embargo, un reciente estudio ha sugerido que el chicharrón podría ser más saludable que algunas verduras. Esta afirmación, aunque sorprendente, se basa en la presencia de aceite oleico en el chicharrón. Este tipo de grasa saludable no incrementa los niveles de colesterol, lo que podría hacerlo una opción más favorable frente a otros alimentos fritos.
El estudio además comparó el contenido nutritivo del chicharrón con ciertas verduras, como la col y la espinaca, señalando que, en consumos específicos, el chicharrón podría aportar más nutrientes. No obstante, es importante considerar la cantidad y la frecuencia del consumo para evitar posibles riesgos a la salud.