Aunque la mayoría de las personas solemos tirarlas después de comer los gajos o de extraer el jugo de nuestra naranja, diversos estudios han encontrado que la cáscara de este cítrico puede aportar importantes beneficios a la salud.
Uno de los más recientes, publicado en la revista Medical News Today parece haber encontrado una importante relación entre la cáscara de naranja y la salud del corazón.
“En los extractos de cáscara de naranja, encontramos ciertas sustancias químicas que pueden inhibir la producción de sustancias químicas que pueden dañar el sistema cardiovascular. La mayoría de las cáscaras de naranja se desperdician o se destinan a la alimentación del ganado. Entonces queríamos saber si había algo útil en ellas”, señala el estudio.
De acuerdo con la investigación, además de ser una gran fuente de vitamina C, la cáscara también aporta un importante contenido de antioxidantes, potasio y fibra, nutrientes que están relacionados con un menor riesgo de enfermedad cardíaca.
Y es que de acuerdo con la investigación, algunos compuestos presenten en la cáscara de naranja ayudan a disminuir sustancias químicas asociadas a la aparición de males cardiacos como arterioesclerosis. Por esta razón, los científicos señalaron que esperan realizar más estudios para crear posibles fármacos con este ingrediente.
Cuáles son los beneficios de la cáscara de naranja para la salud
Además de la salud al corazón, la cáscara de naranja ofrece otros beneficios para la salud debido a su contenido en nutrientes y compuestos bioactivos. Aquí se presentan algunos de los principales beneficios:
- Rica en nutrientes: La cáscara de naranja contiene fibra dietética, vitamina C, vitamina A, y varios minerales como calcio y potasio.
- Antioxidantes: Es rica en flavonoides y otros antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres y reducir el daño celular, lo cual puede contribuir a la prevención de enfermedades crónicas.
- Mejora de la digestión: La fibra presente en la cáscara de naranja puede promover la salud digestiva, ayudando a prevenir el estreñimiento y mejorando la motilidad intestinal.
- Propiedades antiinflamatorias: Los compuestos presentes en la cáscara de naranja tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo.
- Control del colesterol: Algunos estudios sugieren que los flavonoides en la cáscara de naranja pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (el “malo”) y aumentar el colesterol HDL (el “bueno”).
- Apoyo al sistema inmunológico: Gracias a su alto contenido en vitamina C, el consumo de cáscara de naranja puede fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.
- Salud de la piel: Los antioxidantes y la vitamina C presentes en la cáscara de naranja pueden contribuir a una piel más saludable, ayudando a reducir el daño causado por los rayos UV y estimulando la producción de colágeno.
- Propiedades anticancerígenas: Algunos estudios preliminares sugieren que ciertos compuestos en las cáscaras de naranja pueden tener propiedades anticancerígenas, aunque se necesita más investigación para confirmar estos efectos.
Para aprovechar estos beneficios, la cáscara de naranja puede consumirse de varias maneras, como en té, ralladuras para ensaladas o postres, y en polvo. Es importante lavar bien la cáscara para eliminar cualquier residuo de pesticidas y asegurarse de que sea de origen orgánico siempre que sea posible.
Cómo preparar un té con cáscara de naranja
Preparar un té con cáscara de naranja es sencillo y puede ser una bebida deliciosa y beneficiosa para la salud. Aquí te dejo una receta básica:
Ingredientes:
- 1 naranja (preferiblemente orgánica)
- 2 tazas de agua
- Miel o edulcorante al gusto (opcional)
- Canela en rama o en polvo (opcional)
- Jengibre fresco o en polvo (opcional)
Instrucciones:
- Lavar la naranja: Lava bien la naranja para eliminar cualquier suciedad o residuo de pesticidas, especialmente si no es orgánica.
- Pelar la naranja: Pela la naranja con cuidado, tratando de obtener solo la cáscara y evitando la parte blanca (albedo) que puede ser amarga.
- Secar la cáscara: Puedes usar la cáscara fresca o secarla al sol o en el horno a baja temperatura (aproximadamente 60°C) durante unas horas hasta que esté completamente seca.
- Hervir el agua: En una olla, lleva las 2 tazas de agua a ebullición.
- Añadir la cáscara: Cuando el agua esté hirviendo, agrega las cáscaras de naranja. Si deseas, puedes añadir una rama de canela y unos trozos de jengibre fresco para aumentar el sabor y los beneficios del té.
- Cocinar a fuego lento: Reduce el fuego y deja que la mezcla se cocine a fuego lento durante unos 10-15 minutos.
- Colar el té: Después del tiempo de cocción, apaga el fuego y cuela el té para retirar las cáscaras y otros sólidos. Si lo deseas, añade miel o tu edulcorante preferido al gusto.