¿Dar o no dar propina? reglas de etiqueta para estas situaciones

En México dar propina es una práctica común, ya que es una forma de agradecer y compensar por sus servicios a trabajadores de restaurantes y hoteles, entre otros. Aunque no existe una norma o ley que lo establezca como una obligación, socialmente su omisión puede interpretarse como una falta de respeto hacia el personal.

En general, se espera que los consumidores dejen una propina del 10 al 20% del total de la cuenta, dependiendo de la calidad del servicio recibido. Sin embargo, no en todos los países funciona de la misma manera, ya que puede considerarse como una ofensa.

Las normas de etiqueta pueden ayudarnos a identificar en qué situaciones y contextos es correcto dar propina y la cantidad esperada.

Puedes tomar en cuenta estas pautas de Larousse Cocina para tu siguiente visita a un restaurante o cualquier momento donde tengas que dar propina.

• Cuando el servicio o los alimentos son buenos.

Esto se puede gratificar de manera independiente, dándole la propina directamente al mesero o incluirla en la cuenta.

• Cuando te invitan a un lugar.

Si alguien te invita a cenar, desayunar, comer o a tomar un café e insiste en pagar la cuenta, es un acto de cortesía ofrecerte a pagar la propina.

• Cuando está presupuestado.

Siempre que vayas a salir a un restaurante o a un bar, considera el pago de la propina independientemente de si la terminas dejando o no. Pues, si no vas con el dinero suficiente y debes pagarla podrás verte en una situación vergonzosa.

• Considera el país.

En Japón dejar propina puede considerarse algo incómodo o vergonzoso, pues las personas hacen su trabajo con orgullo y no esperan alguna gratificación económica por ello. En Francia las propinas están incluidas en la cuenta, por lo que no es necesario dejar más dinero.

• Sé discreto

Siempre entrega la propina discretamente, sin hacer alarde de ello. Esto muestra respeto tanto hacia el receptor como hacia las demás personas presentes.

• Agradece

Unas palabras de agradecimiento siempre serán bien aceptadas.

De acuerdo con Sociología de la propina de Héctor Vera de la Universidad Autónoma Metropolitana, la cuestión de dejar propina no tiene normas o reglas establecidas, ya que esta aportación varía dependiendo el contexto o servicio que una persona nos otorga.

Si bien en México se considera una práctica común dejar el 10% en un restaurante, la propina ha pasado por cambios legales económicos y simbólicos. En el siglo XX, Georg Simmel, filósofo y sociólogo, observó que dar propina a un camarero expresaba superioridad social de quien la daba.

En ese entonces regalar dinero era usualmente mal visto, ya que no se distinguía los regalos de la caridad. El regalo tenía algo dignificante, mientras que la donación algo degradante. Para la socióloga Viviana Zelizer en El significado social del dinero, la propina se encuentra en un lugar complicado, ya que no es un pago, ni un soborno, una caridad, un regalo pero tampoco un sueldo o aguinaldo. Además, desde ese entonces, se consideraba como mecanismo para perpetuar que los empleadores pagaran sueldos bajos, ya que serían completados con propinas.

Con el paso del tiempo la propina dejó de verse como un regalo, y aunque no ha dejado de ser una aportación voluntaria, se adentró en el terreno del salario y es protegido por la ley. Según La Ley Federal del Trabajo en sus artículos 346 y 347 “Las propinas son parte del salario de los trabajadores. Los patrones no podrán reservarse ni tener participación alguna en ellas”

Es importante recalcar que según la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) los restaurantes no pueden exigir propina, en México se considera una gratificación voluntaria y no puede incluirse en la cuenta sin el consentimiento del consumidor, tampoco puede solicitarse consumo mínimo.

Además, los restaurantes tienen la obligación de exhibir los precios de sus productos de forma clara, incluyendo los impuestos; entregar el comprobante de compra en el momento de consumir; recibir brindar sus servicios a todas las personas sin discriminación.

Para denunciar alguna situación injusta Profeco pone a disposición el Teléfono del Consumidor: 55 5568 8722, en la Ciudad de México y su área metropolitana; o el 800 468 8722 para el resto del país; así como a través de las redes sociales oficiales: en Twitter @AtencionProfeco y Facebook @ProfecoOficial.