Temu y Shein en la mira del SAT: califica de contrabando y defraudación fiscal modelo de negocio y envío de productos

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) afirmó este jueves que identificó “prácticas indebidas de empresas de paquetería y mensajería en la importación de diversas mercancías” que buscan evitar el pago de los impuestos correspondientes a la importación de mercancía al país, haciendo alusión a los gigantes minoristas de origen asiático Temu y Shein.

Sin nombrar directamente a las plataformas, el SAT señaló a través de un comunicado de prensa que detectó el aumento de la importación de múltiples artículos, como adornos para el hogar, bisutería, utensilios de cocina, y ropa, entre otros artículos, en los cuales están involucrados “empresas extranjeras dedicadas a la venta por internet, plataformas de comercio electrónico consignatarios y empresas de mensajería y paquetería” que, al no realizar el pago de impuestos, e incumplir con regulaciones y restricciones no arancelarias podría incurrir en “un delito de contrabando y defraudación fiscal”.

En este sentido, el Servicio de Administración Tributaria hizo modificaciones a las reglas de comercio exterior para identificar como prácticas indebidas la manipulación de pedidos que se envían el mismo día, semana o mes, dividiéndolos en paquetes individuales.

Esta estrategia, muy usada por estas plataformas, tienen como fin que cada paquete no exceda el valor de 50 dólares y, por lo tanto, entre en el segmento de minimis y no deba pagar impuestos. Ante esto, el SAT dijo estar tomando cartas en el asunto para poder encontrar la manera de regular esta situación.

Son varios los sectores comerciales e industriales que dentro de México se han puesto en contra de la no regulación de este tipo de plataformas de origen extranjero.

En marzo de este año, por ejemplo, la industria textil, vestido y calzado de México cerró filas en contra de estas plataformas chinas de venta en línea, y denunció que el Gobierno federal dejó de recaudar 3 mil 200 millones de dólares por el ingreso de ropa proveniente de Asia a través de Temu y Shein.

Rafael Zaga Saba, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaitex), señaló en ese momento que la presencia de las prácticas de estas plataformas impactó negativamente en el mercado, prolongando así cuatro semestres consecutivos de resultados negativos.

Por su parte, activistas medioambientales han señalado constantemente como el consumo desmedido de productos en estas plataformas contribuyen a la contaminación del planeta, esos sin contar el desgaste medioambiental que significa transportar los productos desde tan lejos.

Cabe resalar que la industria textil es una de las más contaminantes del mundo. Este sector tiene un impacto ambiental significativo en varias etapas de su cadena de producción, desde el cultivo de materias primas hasta el tratamiento y descarte de productos finales.

Algunos ejemplos de cómo esta industria contamina son:

Consumo de agua: El cultivo de algodón, una materia prima clave en la industria, requiere enormes cantidades de agua. Para producir una sola camiseta de algodón, se estima que se necesitan alrededor de 2,700 litros de agua.

Uso de químicos: La manufactura textil utiliza diversos químicos, incluidos tintes y blanqueadores, muchos de los cuales son tóxicos y pueden contaminar cuerpos de agua si no se gestionan adecuadamente.

Emisiones de carbono: La producción y el transporte de textiles generan una cantidad considerable de emisiones de gases de efecto invernadero. Se estima que la industria textil es responsable de aproximadamente el 10% de las emisiones globales de carbono.

Desechos: La moda rápida ha exacerbado la producción de residuos textiles. Grandes cantidades de ropa se desechan anualmente, muchas veces en vertederos, donde la descomposición libera metano, un potente gas de efecto invernadero.

Microplásticos: Las fibras sintéticas como el poliéster desprenden microplásticos cada vez que se lavan. Estos microplásticos terminan en los océanos, afectando la fauna marina.

Deforestación: La producción de ciertos tejidos como la viscosa implica la tala de árboles, contribuyendo a la deforestación y a la pérdida de biodiversidad.