La industria de la belleza ha determinado desde hace décadas que el acné es un aspecto no grato del ser humano, por lo que se han creado infinidad de métodos, medicamentos y técnicas para quitarlos de forma parcial o definitiva. No obstante, existen acciones más sencillas que quitando de tu día a día podrían ayudarte a mejorar la salud de tu piel, por ello te decimos cuáles son los hábitos que no te permiten quitar los granitos de la cara.
Si bien la aceptación por las pieles y aspectos diferentes ha llegado para quedarse, para muchas personas resulta incómodo y bastante molesto tener brotes en la cara pues, durante años, se ha relacionado este padecimiento con la mala higiene.
No obstante, existen diversos motivos por los que puedes llegar a tener acné en ciertas partes del cuerpo: desde problemas hormonales (donde es necesario acudir con tu dermatólogo), herencia o simples acciones diarias que provocan erupciones inesperadas y que puedes controlar de forma sencilla.
¿Qué hábitos diarios pueden provocar los molestos granitos?
Acciones aparentemente sencillas pueden evitar que el acné se desarrolle y mejorar notablemente la apariencia de nuestra piel. A continuación, te presentamos algunas acciones que, si evitamos, podrían hacer una gran diferencia en la salud de nuestra piel. Es importante recordar que, si el acné es un problema persistente, es esencial consultar a un dermatólogo.
- Tocarse la cara constantemente: Aunque suene fácil, evitar tocarse la cara puede ser difícil. Especialistas recomiendan ser conscientes de no tocarse la cara con manos sucias, ya que esto introduce bacterias que pueden causar acné.
- Probar diferentes tratamientos todas las semanas: Cambiar de tratamiento frecuentemente es contraproducente. La Academia Estadounidense de Dermatología sugiere mantener un tratamiento por al menos 3 a 4 meses, permitiendo que la piel se adapte y responda eficazmente.
- Frotar con fuerza al lavarse la cara: Lavar la cara con fuerza puede dañar la piel. Los especialistas de Westlake Dermatology aconsejan lavar en movimientos circulares suaves y con las yemas de los dedos para evitar irritación y acumulación de grasa.
- No leer las etiquetas de los productos: Es fundamental leer las etiquetas de cremas y jabones para evitar ingredientes que puedan irritar la piel. Esto es crucial para pieles sensibles, ya que algunas fragancias y sustancias pueden ser perjudiciales.
- Compartir brochas de maquillaje: Compartir brochas puede transferir bacterias y grasa, causando acné. Es importante usar y limpiar exclusivamente nuestras propias brochas y evitar compartirlas.
- Dormirse maquillada: El maquillaje obstruye los poros. La Academia Estadounidense de Dermatología recomienda remover el maquillaje antes de dormir, sin excepciones pues, además de granitos, también acelera el envejecimiento prematuro de la piel.
- Exprimir las espinillas y granitos: Exprimir las imperfecciones puede empeorar el acné. Westlake Dermatology recomienda que las extracciones las realice un profesional.
- No cambiar con frecuencia las fundas de las almohadas: Las fundas acumulan bacterias que pueden causar acné. Dermatólogos sugieren que es necesario cambiarlas regularmente para prevenir brotes.
Es crucial visitar a un dermatólogo para una evaluación adecuada y un tratamiento eficaz del acné. Cuidar la piel del rostro implica prestar atención a estos detalles y buscar siempre el consejo de especialistas.