De qué están hechos los tamales de pata de mula, una delicia mexicana

Es platillo es típico del estado de Veracruz, conocido por su riqueza gastronómica

Los tamales de pata de mula van envueltos en hoja de plátano (Foto: X/@Indie5051)

Los tamales son uno de los platillos más versátiles de la gastronomía mexicana, prueba de ello son las más de 500 variedades existentes a lo largo de México.

Entre las entidades mexicanas que se destacan por las múltiples versiones que preparan de este platillo es Veracruz.

La cocina veracruzana es conocida por su riqueza, y si de tamales se trata, la variedad es amplia: jarochos de masa, de barbacoa, cabecitas de perro, de pedo o de pata de mula, por mencionar algunos.

Los tamales de pata de mula en específico se elaboran con masa de maíz y se rellenan con frijoles negros cocidos y molidos, pudiendo ser sazonados con sal o azúcar. Posteriormente, se enrollan y se envuelven en hoja de plátano antes de ser cocidos al vapor.

También conocidos como tamales de libro, se distinguen por su variabilidad de tamaños. Se pueden encontrar en porciones individuales o en tamales grandes que se sirven en rebanadas.

Los tamales de pata de mula van rellenos de frijoles (Foto: Facebook/El sabor misanteco)

Este platillo no se consume solo, sino que además es un acompañamiento tradicional del chileatole de cazuela.

La versatilidad en la preparación y el sabor de este tamal lo han convertido en un ícono de la cocina veracruzana.

Cabe mencionar que en Colima se prepara un platillo con el mismo nombre: patas de mula. Aunque también van rellenos de frijoles, su preparación es distinta.

Podrían considerarse parte de la familia de los tamales, pero la diferencia radica en que estos se hornean. El resultado es un bocadillo de sabor único, crujiente, con notas picantes, color bronceado y forma cuadrada, que tiene un apariencia más parecida a la de una empanada.

Los frijoles son un elemento central en varios tipos de tamales (Foto: Gettyimages)

Su nombre viene precisamente de su característica forma de cuadro, que los habitantes de Colima consideran similares a las de las mulas.

Tampoco deben ser confundidos con los tamales de pedo, platillo originario de Veracruz que se prepara con frijoles negros, pero se distingue de los tamales de pata de mula por el resto de sus ingredientes: pepita verde, pipián y maíz negro. Esta creación culinaria se disfruta principalmente en los últimos meses del año, especialmente en Día de Muertos en localidades como Apazapán y Paso de Ovejas.

Historia de los tamales

Los tamales en México tienen una historia que se remonta a tiempos precolombinos. Las civilizaciones como los mayas, aztecas y olmecas ya preparaban tamales hace siglos. Estos pueblos usaban el maíz como base principal, y el tamal era un alimento común debido a su portabilidad y durabilidad, lo que lo hacía ideal para los guerreros y viajeros.

Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, los tamales experimentaron evoluciones en su preparación y relleno. Se introdujeron nuevos ingredientes como la carne de cerdo, pollo y otros condimentos europeos. Aun así, la esencia del tamal como un alimento envuelto en hojas de maíz o plátano se mantuvo.

Los tamales tienen origen prehispánico (Imagen Ilustrativa Infobae)

Celebraciones tradicionales como el Día de la Candelaria han mantenido viva la tradición del consumo de tamales, convirtiéndolos en un símbolo de la gastronomía mexicana. En diversas regiones de México, existen numerosas variedades de tamales que reflejan la rica diversidad cultural del país, con variaciones en ingredientes, métodos de cocción y formas de servirlos.

Hoy en día, los tamales siguen siendo un alimento popular y se encuentran en festividades, mercados y hogares mexicanos, representando una conexión directa con el patrimonio culinario ancestral de la nación.

Son especialmente socorridos en época de frío, cuando los mexicanos aprovechan para acompañarlos de una bebida caliente como el atole.