Loret de Mola revela qué tipo de presidenta será Sheinbaum: “De los hijos de AMLO ella es la más obediente”

El periodista Carlos Loret de Mola, en su columna Historias de reportero de este martes, titulada ¿Quién es Claudia? Ya sabemos, se pregunta por qué las personas no creen que lo que los políticos dicen en campaña lo cumplirán, y se piensa que una vez que lleguen al poder no serán tan rudos.

Recuerda que las personas no creyeron que el presidente López Obrador cancelara el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), aunque lo anunció desde que se puso la primera piedra. También se pensó que era un “bluff” lo de tratar de acabar con el INE y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Y aunque lo anunció, no le creyeron, pero lo cumplió.

Asegura que no es un tema exclusivo de nuestro país, pues en Estados Unidos, los ciudadanos no creyeron que Trump iba a abrazar a Putin, a romper el Acuerdo de París para el cambio climático o no aceptar la derrota electoral. Los británicos tampoco pensaron que Boris Johnson iba a hacer el Brexit, ni se pensó que Putin se atrevería a invadir Ucrania o que Maduro impidiera contender a todas las Corinas que se le pusieron enfrente.

Loret de Mola explica que, con el tercer debate presidencial, Sheinbaum dejó claro qué tipo de presidenta quiere ser. “Claudia Sheinbaum está resuelta a, en caso de ganar, completar la destrucción de la democracia mexicana que arrancó Andrés Manuel López Obrador. Claudia no quiere ser la versión light de AMLO. Es la versión recargada”, señala.

Dice que a AMLO le faltó un paso para cooptar a la SCJN y Claudia lo quiere dar. También, señala que al mandatario le faltó la última milla para cooptar al INE y dinamitar su esencia de árbitro imparcial de la democracia, y Sheinbaum quiere recorrerlo.

Asegura que, como en en los regímenes autoritarios más salvajes, todo esto se hace con el pretexto del poder del pueblo, que en realidad es el poder del líder o la líder.

Explica que en el país de Sheinbaum no cabemos todos, y que en su cierre de debate del pasado domingo, fue pensado y ensayado, “allá están ustedes, aquí estamos nosotros”. Dejó claro que en su eventual mandato, no cabe la oposición. “Persecución, no diálogo. Igual para la crítica, venga de la prensa, de la intelectualidad, la sociedad civil, los activistas, las feministas. El que piensa diferente está inhabilitado moralmente. No merece ni que se le voltee a ver”.

Señala que se le vio muy suelta y segura, desestimando pruebas contundentes y manipulando estadísticas, inventando otras, mintiendo con descaro y soberbia, como si fuera una mañanera. Recuerda que Sheinbaum negó hasta los muertos de la pandemia.

Precisa que, con ese “handicap”, lo que AMLO no se atrevió a decir o hacer, ella lo dirá o hará. “De los hijos de AMLO ella es la más obediente y la más perversa. Ha adoptado el discurso y el plan. Decir que separaron el poder económico del poder político cuando la mayoría de los grandes oligarcas de México desfilan por Palacio intercambiando elogios por contratos. Decir que se ha pacificado el país con 180 mil muertos. Decir que no hay corrupción, cuando están los hermanos, los hijos, Segalmex, Bartlett, Nahle”.

Recuerda un artículo de julio de 2022 de Janan Ganesh, publicado en el Financial Times, en el que se hablaba de cómo se jubilaba una generación de populistas excéntricos y llegaban sus herederos, “los populistas discipinados. Apunta que, se van los “showmen” desordenados y llegan sus hijos “nerds” capaces de terminar de leer un dossier con datos, de dedicar horas al tedioso trabajo de caminar desde la planeación hasta la implementación. “Se acaban las payasadas, empieza la frialdad. Se va el circo y se quedan los leones sin jaula”.

Concluye recordando la frase que dice el presidente al comenzar sus mañaneras: “Ánimo, que lo mejor es lo peor que se va a poner”.