La Ciudad de México es un mosaico de historias y leyendas que se entrelazan en sus calles, y uno de sus rincones más intrigantes es el Callejón del Aguacate. Ubicado en el barrio de Santa Catarina, en la alcaldía Coyoacán, este pequeño y empedrado callejón presenta una atmósfera cargada de misterio y relatos paranormales que atraen tanto a curiosos como a entusiastas del esoterismo.
El Callejón del Aguacate debe su nombre a un frondoso árbol que se erige como el silencioso testigo de eventos misteriosos que, según se dice, ocurrieron en este lugar.
Este callejón es conocido no solo por su entorno pintoresco, adornado por casas coloniales, sino también por las veladoras que constantemente iluminan un altar dedicado a la Virgen María. Dicho altar no solo es un lugar de devoción, sino también un recordatorio permanente de las historias aterradoras que circulan sobre este rincón de la capital.
Cuáles son las historias que oculta
Una de las historias más conocidas habla de un militar que, en la década de 1930, frecuentaba el callejón durante sus paseos nocturnos. Vestido siempre con su uniforme, un encuentro con un niño cambiaría su vida para siempre. El pequeño, fascinado por las medallas del soldado, insistía en jugar con él. Sin embargo, el militar, bajo una inexplicable furia, terminó arrebatándole la vida al infante bajo el árbol de aguacate.
Las versiones de esta leyenda divergen. Una de ellas sostiene que el militar, consumido por la culpa, construyó el altar para buscar redención por su acto atroz. Otra versión, aún más sombría, relata que el soldado, incapaz de soportar su arrepentimiento, se ahorcó en el mismo árbol donde ocurrió la tragedia. Ambas versiones coinciden en que el espíritu del niño y la energía perturbadora que envuelve el callejón no descansan en paz.
¿Qué pasa en ese callejón?
Independientemente de cuál versión sea cierta, lo que realmente atrapa a los visitantes son los relatos de experiencias paranormales.
Aquellos que se han atrevido a caminar por el Callejón del Aguacate de noche describen una sensación de pesadez y opresión. Algunos aseguran haber visto la figura del niño entre las sombras, mientras que otros afirman haber escuchado sus gritos y sollozos, especialmente cuando cae la noche.
Además del niño, las leyendas del callejón incluyen apariciones más malignas. Se habla de una bruja que habita en una antigua casona detrás del altar, lanzando maldiciones a quienes cruzan su camino.
También se comenta sobre la figura del charro negro, que aparece a la medianoche como una premonición de muerte. Testigos dicen que se pueden escuchar risas siniestras y el sonido de cascos de caballo, envueltos en un ambiente de puro terror.
Se dice que durante el periodo del cardenismo altos dignatarios realizaban sesiones espiritistas utilizando una ouija en una de las mansiones del callejón. Una noche, uno de ellos recibió un mensaje de traición que desató una violenta tragedia. Aquellos presentes en la sesión fueron asesinados y enterrados en el jardín de la mansión, y sus espíritus inquietos aún se escuchan arrastrando cadenas y gritando en la oscuridad, según narran las leyendas.
Visitar el Callejón del Aguacate es enfrentarse a la densa neblina del pasado y a las vibraciones que la historia ha dejado en sus piedras. Este lugar no solo es un vestigio de la arquitectura colonial, sino un espacio donde lo inexplicable parece tomar forma.
El Callejón del Aguacate continúa siendo uno de los lugares más intrigantes de la Ciudad de México. En este rincón de Coyoacán, las leyendas están más vivas que nunca, perpetuándose en historias que desafían el tiempo y la comprensión. Cada paso que uno da en este callejón es un viaje a lo desconocido, donde el pasado y lo paranormal se encuentran en una danza ininterrumpida.
Cabe apuntar que actualmente al buscar el lugar en Google Maps este rincón aparece con un efecto borroso sin que se sepa por qué.