La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) ha decretado una contingencia ambiental en la Zona Metropolitana del Valle de México, en fase 1, debido a la mala calidad del aire. Las restricciones comenzaron el lunes y persisten hasta la mañana del jueves.
Para reducir los niveles de contaminación, se han implementado estrictas medidas para los sectores vehicular e industrial. Según informó CAMe, se han impuesto restricciones en la circulación de vehículos y regulaciones específicas para la industria. La Refinería de Tula, en Hidalgo, debe operar a no más del 75% de su capacidad total, disminuyendo la combustión en calentadores a fuego directo y calderas en plantas de proceso y fuerza.
Además, las industrias manufactureras que emiten precursores de ozono deberán reducir sus emisiones en un 40% y suspender actividades de mantenimiento y limpieza que generen emisiones fugitivas de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV). Estas medidas buscan mitigar la contaminación atmosférica, de acuerdo con informes de CAMe.
También se ha decretado una reducción del 30% en el consumo de combustóleo en la Central Termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos” en Tula, como parte de las medidas para enfrentar la contingencia. Por último, se ordenó la suspensión de actividades de combustión relacionadas con la cocción de ladrillo, cerámica y fundición en hornos artesanales, con el objetivo de mejorar la calidad del aire en la región.
¿En donde se encuentra la refinería de Tula?
La refinería de Tula, oficialmente conocida como la Refinería Miguel Hidalgo, está situada en el municipio de Tula de Allende, que se encuentra en el estado de Hidalgo, México. Esta instalación es una de varias refinerías operadas por Petróleos Mexicanos (Pemex). La elección de su ubicación está estratégicamente vinculada a su proximidad con la Ciudad de México, uno de los principales centros de consumo de combustibles en el país.
La refinería de Tula inició operaciones en 1976 y ha sido una pieza clave en la infraestructura energética de México. Su capacidad de procesamiento es de aproximadamente 315,000 barriles diarios de crudo. Esta capacidad la convierte en una de las refinerías más grandes e importantes del país, contribuyendo significativamente a la producción nacional de gasolina, diésel, turbosina y otros derivados del petróleo.
En años recientes, la refinería ha sido objeto de diversos planes de modernización y ampliación con el fin de mejorar su eficiencia y adecuarse a las normativas ambientales vigentes. Estos trabajos de modernización buscan no solo aumentar la capacidad de procesamiento, sino también reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad de los productos refinados, alineándose con los estándares internacionales de la industria energética.