Cómo hacer un suero de limón sin azúcar para prevenir la deshidratación

Nos encontramos viviendo una fuerte ola de calor que afecta todos los estados de la república, causando temperaturas de hasta 40 grados en algunos de ellos.

Es por eso que se vuelve de suma importancia mantenernos hidratados pues los golpes de calor y la deshidratación pueden tener efectos sumamente negativos en nuestra salud, incluso poner en riesgo nuestra vida.

Y aunque beber agua simple es vital para contrarrestar el calor algunas veces no es suficiente para subsanar la pérdida de electrolitos y minerales que suelen irse con el sudor. Es por eso que hoy te recomendamos un suero natural que te ayudará a prevenir deshidratación y golpes de calor.

Cabe mencionar que se trata de un suero sin azúcar, razón por la cual es una opción que pueden consumir las personas con diabetes, quienes suelen ser más vulnerables que otras personas a los efectos del calor y que forman parte de un sector de la población con mayor riesgo.

Ingredientes

-1 litro de agua

-2 cucharadas de monk fruit (endulzante natural sin azúcar)

-jugo de 3 limones grandes

-1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio

Preparar este suero es realmente sencillo pues solo debes mezclar los ingredientes en una jarra y revolverlos bien. Se recomienda refrigerar durante un tiempo mayor a 12 horas y posteriormente llevarlo contigo para mantenerte hidratado a lo largo del día.

Recuerda que el consumo de este suero no sustituye el beber agua natural, la cual es vital para prevenir la deshidratación.

Los síntomas de la deshidratación pueden variar desde leves a severos, dependiendo de la cantidad de fluidos que el cuerpo ha perdido o no ha repuesto adecuadamente. Es importante reconocer estos síntomas para poder actuar rápidamente y prevenir complicaciones. Algunos de ellos son:

• Sed intensa: Es uno de los primeros signos de deshidratación y debe ser reconocido como una señal para beber líquidos.
• Boca y labios secos: La disminución de la producción de saliva hace que la boca se sienta seca o pegajosa.
• Disminución de la orina: La orina puede ser más oscura de lo normal, y las visitas al baño pueden ser menos frecuentes.
• Fatiga o debilidad: La falta de líquidos afecta la capacidad del cuerpo para funcionar normalmente.
• Mareos o aturdimiento: Especialmente al ponerse de pie, causado por la baja en la presión arterial.
• Piel seca o elástica: La piel puede perder su elasticidad, y cuando se pellizca, puede tardar más tiempo en volver a su posición normal.
• Dolor de cabeza: La deshidratación a menudo causa dolores de cabeza o migrañas.
• Confusión o irritabilidad: La deshidratación severa puede afectar la función cerebral, llevando a confusión, irritabilidad o en casos extremos, a delirio o inconsciencia.
• Ojos hundidos o falta de lágrimas al llorar: Es un signo particularmente importante de deshidratación en niños.
• Taquicardia o respiración rápida: El corazón y los pulmones pueden trabajar más rápido para tratar de mantener los niveles de oxígeno y circulación sanguínea.

Es crucial atender estos síntomas tempranamente rehidratando el cuerpo con líquidos, preferentemente agua o soluciones de rehidratación oral. En casos de deshidratación severa o si los síntomas persisten a pesar de la rehidratación, es importante buscar atención médica inmediata.

La deshidratación en los diabéticos puede ser particularmente riesgosa debido a que es una población vulnerable con mayor riesgo de sufrir complicaciones. El suero que recomendamos es una excelente opción para este sector. Estos son algunos de los riesgos que puede tener la deshidratación en diabéticos:

• Dificultad en el control de los niveles de glucosa en la sangre: La deshidratación puede hacer que se eleve la concentración de glucosa en la sangre, ya que hay menos volumen de líquido en el que pueda diluirse la glucosa. Esto puede complicar el manejo de la diabetes.
• Aumento del riesgo de cetoacidosis diabética: En personas con diabetes tipo 1, la deshidratación severa combinada con altos niveles de glucosa en sangre puede llevar a la cetoacidosis diabética, una condición potencialmente fatal que requiere atención médica inmediata.
• Daño renal: La función renal puede verse seriamente afectada por la deshidratación. En personas con diabetes, que de por sí pueden tener un riesgo elevado de problemas renales, la deshidratación crónica puede contribuir a la aparición o progresión de la nefropatía diabética.
• Impedimento en la capacidad del cuerpo para enfriarse: La deshidratación puede afectar el mecanismo de sudoración del cuerpo, dificultando la regulación de la temperatura corporal. Esto es particularmente peligroso en condiciones de calor extremo y puede llevar a golpes de calor.
• Hipotensión ortostática: La deshidratación puede causar una disminución en el volumen de sangre, lo que a su vez puede provocar hipotensión ortostática, o un súbito descenso en la presión sanguínea al ponerse de pie. Esto puede resultar en mareos o incluso en caídas.
• Desbalance electrolítico: La deshidratación puede alterar el equilibrio de los electrolitos en el cuerpo, como el sodio y el potasio, los cuales son cruciales para funciones corporales muchas, incluyendo la conducción nerviosa y la contracción muscular.