Así es ‘la cárcel de las buchonas’, la prisión donde el Cártel de Sinaloa aislaba a mujeres para poseerlas

De acuerdo con el periodista Enrique Zuñiga, luego de ser detenidas, las vidas de algunas mujeres se reducían a ser las acompañantes de algún hombre de la organización criminal

Algunas mujeres forman parte de la organización criminal "por decisión propia", mientras que otras son obligadas. (Crédito: Infobae México/Jovani Pérez)

Históricamente, el Cártel de Sinaloa se ha inmiscuido en múltiples aspectos de la vida política, pública y judicial de México. Uno de los entornos en donde su intervención ha sido exhibida constantemente es el penitenciario. Incluso, se dice de la existencia de una cárcel en dónde los miembros de esta organización criminal obligan a mujeres privadas de la libertad a convertirse en sus “compañeras” y, a cambio, les otorgan lujosos regalos y privilegios.

Así lo dio a conocer el periodista Enrique Zuñiga. En su libro La pelea por los infiernos, publicado en 2022 por la editorial Grijalbo, el también criminólogo expone como diversos cárteles de drogas controlan las cárceles del país para su propio beneficio.

Una de ellas es el Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito de Culiacán, Sinaloa, en el que miembros del también conocido Cártel del Pacifico han realizado múltiples cambios para “consentir” a sus parejas sentimentales ―conocidas coloquialmente como ‘buchonas’― o mujeres que les gustan.

Este hecho fue evidenciado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en 2015 a través de su “Informe especial sobre las mujeres internas de los centros de reclusión de la República mexicana”. En el, refieren que:

“Algunas poseen mascotas (perros) y artículos que no están permitidos (ropa, calzado y celulares)”.

En aquel año, la CNDH también expuso que el 70% de dicho centro penitenciario contaba con celdas que tenían cocinetas, televisiones de plasma, muebles, refrigeradores, baños con cancel y paredes con azulejos. Además, se identificaron modificaciones al inmueble, como instalación de materiales que aislaban el sonido, vidrios polarizados y cámaras de seguridad ajenas a las autoridades.

El Cártel de Sinaloa fue señalado de haber modificado dicha prisión. (Crédito: Infobae México/Jovani Pérez)

Dirigida y controlada por hombres

Zuñiga, licenciado en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y maestro en Criminología y Política Criminal por el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), refiere que el área femenil de dicha prisión era un espacio anexo al penal de hombres.

“Era dirigida y controlada por ellos y las celdas de muchas de esas mujeres, a las cuales explotaban o volvían sus parejas, eran consideradas parte de los bienes del Cártel de Sinaloa”, informó.

En su obra, el comunicador también expone que la CNDH localizó una estancia en el área de tratamiento de adicciones con paredes de madera. El área de visita fue modificado para instalar dormitorios y contaban con azulejo, baños con cancel, sistema de aire acondicionado, ropero, televisores de plasma y sistemas de televisión satelital, además de un servicio de cocina exclusivo.

“Luego de ser detenidas, la vida de estas mujeres se reducía a ser las acompañantes de algún hombre. Prisioneras que presumían sus cuerpos esculturales y vivían la ‘vida soñada’ a la que muchas de ellas nunca pudieron acceder en el exterior”, agregó Zuñiga.

Algunas mujeres son obligadas a involucrarse en el mundo de las drogas. (Crédito: Shutterstock)

¿Qué significa el término “buchona”?

El término “buchona” se utiliza en varios contextos en países de habla hispana, especialmente en México, donde ha adquirido connotaciones específicas.

Inicialmente, “buchón” se refería a las personas que se engalanaban con ropa y accesorios ostentosos, mostrando un estatus de riqueza o éxito, sin importar su origen legítimo o ilícito. Con el tiempo, el uso de “buchona” se vinculó particularmente a las mujeres asociadas con miembros del narcotráfico que adoptan un estilo de vida lujoso y extravagante, evidenciado en su vestimenta, joyería, y comportamiento social.

Este término también puede aludir a una estética específica y a ciertas actitudes o comportamientos dentro de grupos o comunidades.

Algunas mujeres a las que se les ha referido con dicho término son Emma Coronel Aispuro, esposa de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán; Claudia Ochoa Félix, mejor conocida como ‘La Emperatriz de Los Ántrax’; y Yassira Torres, hija de Manuel Torres Félix, quien fue mano derecha de Ismael ‘El Mayo’ Zambada.

Emma Coronel, esposa de 'El Chapo' Guzmán, es una de las mujeres vinculadas al Cártel de Sinaloa a las que se les ha descrito con dicho término. (Crédito: Archivo)