El Servicio de Administración Tributaria (SAT) mantiene una supervisión constante sobre las operaciones financieras, incluidas las transferencias bancarias, con el fin de detectar y prevenir actividades ilícitas. En este contexto, los usuarios deben prestar especial atención al vocabulario que emplean al definir el concepto de sus transferencias bancarias para evitar inconvenientes con esta entidad.
En la era digital, los pagos electrónicos se han convertido en una de las herramientas financieras más utilizadas debido a su rapidez y conveniencia. Sin embargo, realizar estas operaciones de manera segura y conforme a las normativas del SAT exige cierto conocimiento específico sobre el proceso y la información requerida.
Las palabras o frases consideradas inapropiadas o “prohibidas” en los conceptos de transferencia pueden activar alarmas en el SAT, ya que algunas de ellas podrían estar asociadas a delitos. Por lo tanto, es recomendable ser lo más claro y específico posible al momento de describir el propósito de la transacción.
¿Qué palabras poner para hacer transferencias bancarias?
Para garantizar una descripción adecuada y evitar malentendidos, es aconsejable utilizar términos como “pago”, “depósito” o “abono”, seguidos de una breve explicación que detalle el motivo de la operación, como “pago de medicamentos”, “depósito por tratamiento”, “abono de renta” o “pago de renta de marzo”. Esta práctica no solo facilita la identificación clara del motivo de la transacción tanto para el SAT como para las entidades bancarias, sino que también refuerza la imagen de responsabilidad del emisor.
Por otro lado, para evitar posibles problemas con el SAT, se deben omitir frases humorísticas, nombres inusuales o falsos, así como cualquier referencia a elementos controvertidos como “armas” o “drogas”.
Con respecto al límite para realizar transferencias bancarias, las condiciones varían según la institución financiera. La mayoría de los bancos establecen un monto máximo que se puede transferir diariamente a través de sus plataformas en línea.
Esta información suele estar disponible en la aplicación móvil o en el sitio web del banco. Por ejemplo, Citibanamex permite transacciones de hasta 500 mil pesos, mientras que BBVA, aunque no especifica un límite monetario de forma predeterminada, sí establece horarios específicos para realizar estas operaciones.
El Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), creado y gestionado por el Banco de México, facilita la transferencia de fondos entre cuentas de diferentes bancos de manera casi instantánea. Esta plataforma está disponible para el público general y puede ser utilizada tanto desde la banca por internet como desde aplicaciones móviles bancarias.
El proceso para realizar un pago por SPEI suele ser intuitivo y accesible:
- El primer paso implica acceder al servicio de banca por internet o móvil del banco, disponible las 24 horas, todos los días del año.
- A continuación, el usuario debe seleccionar la opción de realizar un pago por SPEI, una funcionalidad presente en la mayoría de las plataformas bancarias digitales.
- Finalmente, es necesario proporcionar la información del pago, que incluye el número de referencia, el concepto del pago y el monto a transferir.
Es importante resaltar que el número de referencia y el concepto de pago serán los identificadores principales para el receptor de la transferencia y para cualquier futura aclaración. Además, estas transferencias son diseñadas para ser rápidas, completándose en no más de 30 segundos después de su ejecución.
Para evitar inconvenientes y cumplir con las regulaciones fiscales, es crucial asegurarse de incluir información precisa y completa en cada transferencia. Al seguir correctamente estos pasos, los usuarios pueden realizar pagos electrónicos de manera segura, eficiente y conforme a las exigencias del SAT y el sistema financiero.