Dónde está el tianguis de Ternurines en CDMX

En este lugar vas a encontrar todo para tu colección

Los Ternurines fueron una creación de la firma Epoch en Japón durante 1985. Foto: X/@lafilledemiel

Los Ternurines nunca han estado más de moda. Gracias a las redes sociales, estos tiernos juguetes están teniendo un nuevo boom mediático y miles de coleccionistas buscan conseguirlos a los mejores precios. Por supuesto, estos juguetes no son nada económicos, por lo que conviene comprarlos en establecimientos alternativos con el fin de ahorrarse algunos pesos.

Los tianguis están presentes a lo largo y ancho del país, y especialmente en la Ciudad de México, puedes encontrar gran variedad de ellos: desde los que venden la canasta básica, hasta los que ofrecen productos como ropa de paca, antigüedades, libros y hasta juguetes de colección, como los famosos Ternurines

No sólo los virales peluches, también accesorios artesanales podrás comprar en el puesto del tianguis de Balderas Crédito: Tiktok/ternuriamigos

Hay un tianguis en la capital de México que es perfecto para los coleccionistas de Ternurines, pues está especializado en juguetes. Se trata del tianguis de Balderas, donde está el puesto “Ternuriamigos Daly” que ofrece no sólo los clásicos muñequitos, sino también ropa, accesorios y todo lo necesario para tu colección.

Llegar al tianguis es bastante sencillo, pues muy cerca está la estación Balderas del Metro de la CDMX. La dirección exacta de este puesto es: C. Tolsá 24B, Colonia Centro, Centro, Cuauhtémoc, 06040 Ciudad de México, CDMX.

Vas a encontrar Ternurines y productos relacionados a muy buenos precios, desde los 20, 40, 50 y 100 pesos mexicanos. Hay gran diversidad tanto de costos como de artículos, por lo que vas a estar un buen rato curioseando lo que venden. También hay otros puestos de juguetes coleccionables, por lo que es un gran tianguis para visitar independientemente si eres fanático o no de los virales muñecos de felpa.

Si vas a visitar este tianguis debes saber que sólo se pone los sábados y está abierto desde las 9 de la mañana. Lleva ropa cómoda, una sombrilla para el calor y una botella de agua para hidratarte. También, por la zona hay muchas opciones de comida, por lo que es un excelente pretexto para salir con familia o amigos.

La historia de los tianguis en México

Los tianguis en México Crédito: Cuartoscuro

Los tianguis en México son mercados ambulantes con orígenes prehispánicos que han jugado un papel crucial en la vida económica y social del país a lo largo de los siglos. Estos espacios de comercio al aire libre, donde se venden productos variados como alimentos, ropa, artesanías y objetos de uso cotidiano, son herederos de una larga tradición que se remonta a las civilizaciones mesoamericanas, como los mexicas, quienes organizaban estos mercados en distintos puntos de sus territorios para el intercambio de bienes y servicios.

El término “tianguis” proviene de la palabra náhuatl “tianquiz(tli)”, que significa mercado. Durante el periodo prehispánico, estos mercados eran el centro neurálgico de la economía, no solo para el intercambio comercial sino también para la interacción social y cultural. Uno de los tianguis más famosos de la época prehispánica fue el de Tlatelolco, considerado uno de los más grandes e importantes, donde se congregaban miles de personas para comprar, vender o intercambiar productos provenientes de todas las regiones del imperio.

Con la llegada de los españoles, los tianguis continuaron siendo una práctica comercial importante, adaptándose a los nuevos contextos y sobreviviendo a los cambios sociales y económicos a través de la colonia y la independencia hasta llegar a la modernidad. En la actualidad, los tianguis siguen siendo fundamentales para muchas comunidades en México, ofreciendo una alternativa económica accesible tanto para vendedores como para consumidores, además de mantener vivas las tradiciones y la cultura local.

Estos mercados ambulantes no solo son lugares de comercio, sino también espacios donde se preserva y promueve la herencia cultural mexicana, a través de la oferta de productos regionales y la práctica de tradiciones comunitarias.