La primera vez que las autoridades de la Ciudad de México reconocieron la presencia de grupos del narcotráfico en la capital fue a principios de 2020. Sin embargo, dos décadas antes el Cártel de Sinaloa ya recibía protección de quienes gobernaban el centro del país, de acuerdo con revelaciones de la periodista Anabel Hernández.
Testimonios incluidos en el libro La Historia secreta. AMLO y el Cártel de Sinaloa refieren que cuando Andrés Manuel López Obrador era regente del entonces Distrito Federal (diciembre del 2000 - julio de 2005), la ciudad funcionaba como una bodega de cocaína para la organización criminal.
Una serie de declaraciones que la periodista retomó de Jesús Reynaldo Zambada García, hermano de Ismael ‘El Mayo’, refieren que él era el responsable de recibir “toneladas de cocaína en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.
Para moverse libremente por la capital, se presume que tanto Reynaldo como ‘El Mayo’ contaban con la protección de Genaro García Luna y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) local.
Este respaldo al Cártel de Sinaloa llegaba incluso desde la extinta Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), acorde con un expediente citado por Hernández.
El documento, elaborado entre 2004 y 2005, apunta que el comandante Ignacio Perales Gómez de la PGJDF y Domingo González, director del Centro de Mando de Operaciones Especiales de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) presuntamente otorgaban “protección al C Juan José Esparragoza Moreno alias ‘El Azul’ y ‘El Mayo’ Zambada, dedicándose al traslado de droga, secuestro y custodia de las personas antes mencionadas, esto en el perímetro de la Zona Rosa, Polanco y Las Lomas”.
La obra de la periodista resalta que el informe incluye detalles de los vehículos utilizados para estos fines, los cuales eran estacionados en las oficinas de la policía capitalina ubicadas en la calle Liverpool, de la colonia Juárez.
El comandante Perales Gómez fue ejecutado en junio de 2006 a pocos metros de su casa, en la entonces delegación Gustavo A. Madero. Un grupo de sicarios lo interceptó a bordo de un automóvil y, antes de que el agente pudiera defenderse, le dispararon en por lo menos diez ocasiones.
Los aparentes vínculos de Perales fueron revelados un par de años después por Édgar Enrique Bayardo, exinspector de la Policía Federal Preventiva (PFP). Ante la unidad especializada en delincuencia organizada de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Bayardo afirmó que el comandante asesinado era compadre de ‘El Rey’ Zambada.