Un temblor se registró en Guerrero Negro a las 8:51 hora del centro (14:51 UTC) este 29 de abril, con una magnitud de 4.1 y una profundidad de 10 kilómetros.
Según información preliminar del Servicio Sismológico Nacional (SSN), el epicentro del movimiento telúrico se ubicó 158 km al noreste de la ciudad, en el estado de Baja California Sur.
Ante una actividad sísmica importante, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred)recomienda no caer en rumores, ni noticias falsas y solo informarse en fuentes oficiales, como las autoridades de Protección Civil, tanto locales y estatales, así como federales.
Tras un terremoto, revisa tu hogar en búsqueda de posibles daños, utiliza tu teléfono solo en emergencia, no prendas cerillos o velas hasta asegurarte que no hay alguna fuga de gas y recuerda que se pueden presentar réplicas del sismo, por lo que es importante mantenerte alerta.
También puedes seguir las siguientes medidas antes de un sismo: prepara un plan de protección civil, organiza simulacros de evacuación, identifica zonas de seguridad en casa, escuela o lugar de trabajo y alista una mochila de emergencia.
Durante un temblor conserva la calma y quédate en un lugar seguro, aléjate de objetos que puedan caer; si estás en un vehículo, estaciónate y aléjate de edificios, árboles y postes; y si te encuentras en la costa, aléjate de la playa y refúgiate en zonas altas.
Actividad sísmica en México
México se destaca como uno de los países con más actividad sísmica. En la memoria popular se recuerda sobre todo los acontecimientos de 1985 y 2017, movimientos que provocaron devastación en su territorio. A pesar de ser los más recordados, no fueron los de mayor magnitud desde épocas modernas.
Durante la época colonia sucedió el terremoto más fuerte registrado en la historia de lo que hoy es México. Ocurrió el 28 de marzo de 1787, su epicentro fue en Oaxaca, tuvo una magnitud de 8.6. El movimiento fue tan violento que hizo no solo que la tierra se estremeciera, además, provocó un tsunami que llegó 6 kilómetros tierra adentro.
Lejos de considerarlo un hecho aislado, el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) estima la posibilidad de que el país enfrente una situación semejante en el futuro próximo. En los estudios realizados en 2009 para analizar el evento citado, se concluyó que pueden desarrollarse terremotos de una magnitud similar en la zona ubicada entre las costas de México y Centroamérica. Allí, en la llamada Brecha de Guerrero existe gran potencial geológico para provocar catástrofes de tales proporciones.
Terremotos como el de este día traen a la memoria de los mexicanos los peores recuerdos de los sismos de 1985 y 2017, cuando toda Ciudad de México y otros estados se paralizaron ante las impactantes consecuencias que dejó cada uno.
En cuanto al de 1985, ocurrió el 19 de septiembre de ese año a las 7:19 horas locales (13:19 UTC), con epicentro en el estado de Guerrero y una magnitud de 8.2. Desde entonces, se creyó que nada igual se repetiría, pero, casualmente, volvió a suceder exactamente 32 años más tarde.
En 2017, sucedió a las 13:14 hora del centro (18:30 UTC), con epicentro en una zona entre los estados de Puebla y Morelos. Entonces, la cifra de víctimas mortales llegó a 369.