Esta planta es una de las más utilizadas tanto en gastronomía como para fines medicinales, ya que su uso data desde la época prehispánica. Las hojas de la hierba santa se caracterizan por tener un color verde intenso y en forma de corazón, además de presentar un fuerte aroma.
Según un artículo publicado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) esta planta era utilizada para curar malestares físicos desde la época prehispánica; sin embargo, fue llamada hierba santa por los españoles, quienes se maravillaron al conocer sus propiedades curativas.
Otras maneras en las que se le conoce a esta planta son: momo, acoyo, tlanepa o tlanepaquelite, y es originaria de México y de otros países de América Latina como Guatemala, Panamá y Colombia.
En lo que respecta a la cocina, la hierba santa suele utilizarse en la preparación de carnes, pescados, aves, salsas, caldos y quesos, además a causa de su olor también se implementa para aromatizar tamales, chiles rellenos, mole verde y otros platillos mexicanos tradicionales.
Usos medicinales de la hierba santa
El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo perteneciente al Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), señala que los usos medicinales de esta planta datan desde épocas ancestrales por ejemplo, se ha documentado como parte del tratamiento de padecimientos en la mujer como inflamación o infección en la matriz, así como para estimular la producción de leche materna.
Otros de los usos de la hierba santa son para el tratamiento de malestares en el aparato digestivo, como lo pueden ser dolores estomacales, falta de apetito o estreñimiento.
Si se usa en té, las propiedades de esta planta pueden aliviar la tos y la congestión respiratoria. Además, sirve como un excelente remedio natural para mantener estables los niveles de glucosa en la sangre, aporta vitamina C, previene enfermedades como el asma, reumatismo y también la irritación ocular.
Además, desde los usos en herbolaria mexicana, según el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, se ha documentado que la hierba santa se ha implementado para tratar mordeduras de víboras, inflamación, dolores musculares, cólicos y quemaduras.
Sin embargo, a pesar de sus excelentes beneficios medicinales, también se ha encontrado que su consumo puede provocar abortos espontáneos, por lo que su consumo no se recomienda en mujeres embarazadas.
Por su alto contenido de flavonoides y ácidos fenólicos que influyen en las actividades celulares y fisiológicas, lo que provocan que, tras su ingesta, se genere un efecto beneficioso para la salud de quien lo consume, esto lo realiza brindando propiedades antioxidantes, antidiabéticas, antiinflamatorias, antibacteriales, antivirales e insecticidas, por mencionar algunas.
Cómo preparar té de hierba santa
La preparación del té de hierba santa es realmente sencillo, ya que solo se requieren pocos ingredientes para realizarlo.
Los pasos a seguir son estos:
- Poner una hoja de hierba santa en un litro de agua y dejarla hervir durante 10 minutos.
- Dejar que repose durante algunos minutos para que se enfríe y pueda ser tomado.
- En caso de quererlo, se puede acompañar con un poco de miel; sin embargo, se recomienda no utilizar azúcar para potenciar sus beneficios.
Antes de ingerir este tipo de remedios naturales, es necesario consultar con un médico por conocer las contraindicaciones que puedan presentarse. Una de las prohibiciones en su consumo está dirigido a mujeres embarazadas para evitar el riesgo de un aborto.
Sin embargo, quienes no se encuentren embarazadas, pueden consumir la hierba santa en cualquiera de sus modalidades o formas en las que se puede ingerir, ya que tiene excelentes beneficios para la salud.