Thalía es una de las artistas mexicanas con más trayectoria y más conocidas a nivel internacional; sin embargo, a pesar de que ahora vive en una de las zonas más exclusivas y caras del planeta, su infancia transcurrió en una popular colonia de la Ciudad de México, en donde aún se pueden encontrar a algunos de los vecinos que la conocieron y que cuentan anécdotas de ese periodo de su vida.
Se trata de la colonia Santa María la Ribera donde a unos cuantos pasos del emblemático Quiosco Morisco se encuentra la llamada Casa de los Perros, lugar donde vivió la artista durante su infancia y parte de su adolescencia.
Pero este peculiar nombre tiene una razón de ser y es que la casa es llamada así debido a que en su fachada tenía varias esculturas de perros que se decían custodiaban la casa y la volvían popular entre los vecinos. En total son 27 esculturas de perros vigías.
Es así que la casa es conocida entre los vecinos no solo por haber sido la residencia de Thalía y su madre sino también por las peculiares esculturas que le dieron el nombre por el cual fue conocida entonces y en la actualidad.
Esta propiedad de diseño arquitectónico perteneciente a la época porfiriana conserva su estructura original de tres niveles sin haber sufrido alteraciones desde su edificación hasta la actualidad.
Exteriormente, se destacan las molduras metálicas que protegen las ventanas, y su fachada, que da la impresión de ser de piedra, se ve robusta y es adornada por esculturas caninas.
“Este kiosco morisco estaba en la Alameda de mi barrio, donde todos los fines de semana andaba yo en bicicleta, hacíamos picnic en el césped y comíamos paletas heladas de vainilla y pasas en la esquina. ¡Son recuerdos tan vívidos y maravillosos de mi infancia en mi maravillosa colonia la Santa María La Ribera!”, escribió Thalía tras el lanzamiento de una canción llamada Barrio, en la cual relata el orgullo de haber crecido en dicha colonia.
Además, en entrevistas la cantante ha mencionado que ella y su madre asistían cada domingo a la Parroquia del Espíritu Santo lo cual podría explicar que ahora la emblemática casa sea hogar de las monjas del convento Carmelitas del Sagrado Corazón.
Cuál es la historia de Santa María la Ribera
La colonia Santa María la Ribera es uno de los barrios más antiguos y emblemáticos de la Ciudad de México. Su origen se remonta a finales del siglo XIX, cuando fue fundada en el año 1861, convirtiéndose en una de las primeras colonias residenciales fuera del centro histórico de la ciudad.
Esta colonia fue diseñada durante el porfiriato, un periodo caracterizado por el deseo de modernizar el país, y su desarrollo fue planificado con una visión urbanística moderna para su época, incluyendo calles amplias y arboladas y casas con fachadas distintivas.
Una de las características más notables de Santa María la Ribera es su diversidad arquitectónica, que incluye ejemplos de estilos como el porfiriano, art decó, neo-clásico y ecléctico, reflejando las tendencias arquitectónicas de finales del siglo XIX y principios del XX.
Entre sus edificaciones más representativas se encuentra el Quiosco Morisco, diseñado por el ingeniero José Ramón Ibarrola para la Exposición Universal de Nueva Orleans de 1884-1885 y posteriormente trasladado a esta colonia, siendo hoy en día uno de sus símbolos más reconocidos.
La Colonia Santa María la Ribera también ha sido importante por su contribución cultural y académica a la Ciudad de México. A lo largo de los años, ha albergado a varios personajes destacados de la vida cultural mexicana y ha sido escenario de importantes acontecimientos históricos y culturales.
Con el paso del tiempo, Santa María la Ribera ha experimentado cambios significativos, enfrentando desafíos como el deterioro de algunas áreas y la gentrificación, pero también ha sido objeto de proyectos de revitalización y conservación que buscan preservar su rico patrimonio histórico y arquitectónico. Hoy en día, la colonia es apreciada no solo por su belleza y tradición, sino también por su creciente oferta cultural, que incluye museos, galerías, talleres artísticos y espacios comunitarios.