A 40 días de llevarse a cabo las elecciones en las cuales están en juego más de dos mil cargos de representación popular, la población continúa definiendo a quién beneficiará con su voto, en especial al tratarse del relevo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), cargo por el que compiten Claudia Sheinbaum Pardo, Jorge Álvarez Máynez y Xóchitl Gálvez Ruíz, siendo esta última la más criticada por declaraciones que ha hecho en el pasado.
La presidenciable y quien en diversas ocasiones ha manifestado que es más la candidata del pueblo al no representar de manera oficial a ningún partido, figura como abanderada de los Partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Revolucionario Institucional (PRI), mismos que conforman la alianza Fuerza y Corazón por México.
A pesar de que ella se ha mantenido más afín con los ideales del blanquiazul, el partido liderado por Alejandro Alito Cortés insiste en que ella es una buena representante para los próximos comicios; sin embargo, en redes sociales se difundió un video en donde se observa cómo la senadora con licencia considera motivo de vergüenza ser candidata de la agrupación que dijo, mantuvo más de 70 años en problemas al país.
Así fueron las declaraciones de Galvez Ruíz
Fue a través de la red social X -antes llamada Twitter-, donde se difundió el video de apenas 21 segundos de duración, mismo que forma parte del debate entre los entonces aspirantes a la alcaldía Miguel Hidalgo, demarcación que la presidenciable encabezó.
Desde el 1 de octubre de 2015 hasta el 15 de marzo de 2018, la representante de Fuerza y Corazón por México gobernó una de las alcaldías más populares de la urbe. En aquel entonces, se enfrentó a los siguientes candidatos:
- Laura Ballesteros Mancilla (PRI-PVEM)
- david Razú Aznar (PRD-PT-PANAL)
- Vanessa Villarreal Montelongo (MC)
- Héctor Vasconcelos (Morena)
- Alejandro Velazquez Garibay (PH)
- Ame Sidney Aus Den Ruthen Haag (independiente)
Durante el debate que organizó el Instituto Electoral de la Ciudad de México, la senadora con licencia se refiere de manera abierta a la abanderada del PRI a la cual le reclama que, el partido que representaba fue el responsable de mantener por más de 70 años al partido en problemas.
“Qué opinas de que encabeces una candidatura por el PRI y que no asumas que eres parte del problema?”, le dice la presidenciable.
Las declaraciones de la aspirante a la presidencia han causado controversia especialmente porque para las elecciones del 2 de junio, ella abandera al partido tricolor, además de hacerlo por el blanquiazul y el del Sol saliente, como también se le conoce al PRD.
“Ella es parte de todo lo podrido del país, pero obvio lo va a negar, hasta es parte de crímenes como el secuestro, ya que en sus mítines secuestraban”; “Que manera de dejarse en vergüenza entre ellos, mientras Xòchitl los niega”, fueron comentarios que recibió.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha jugado un papel central en la política de México durante gran parte del siglo XX y principios del XXI. Desde su fundación en 1929, bajo el nombre original de Partido Nacional Revolucionario (PNR), ha pasado por varias etapas y transformaciones, cambiando su nombre primero a Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938, y finalmente adoptando el nombre de Partido Revolucionario Institucional en 1946.
Durante el siglo XX, el PRI se mantuvo en el poder de forma ininterrumpida, ejerciendo un control casi total sobre la política mexicana. Durante este tiempo, el partido fue el conducto para la sucesión presidencial, y sus candidatos asumieron la presidencia de México sin interrupción desde su fundación hasta el año 2000. Algunos presidentes notables del periodo priista incluyen a Lázaro Cárdenas, quien implementó importantes reformas agrarias y nacionalizó la industria petrolera en la década de 1930; y Gustavo Díaz Ordaz, bajo cuyo mandato se llevaron a cabo los Juegos Olímpicos de 1968 y se reprimió violentamente el movimiento estudiantil de ese mismo año.
El partido se caracterizó por un sistema de gobierno conocido como el “presidencialismo mexicano”, en el cual el presidente ejercía un amplio poder ejecutivo, y a menudo también influía en la selección del candidato presidencial del partido para sucederle, mediante un proceso conocido como “el dedazo”.