Las enfermedades gastrointestinales son uno de los padecimientos que con mayor frecuencia afectan a las personas durante la temporada de calor.
Lo anterior, debido a que las altas temperaturas ambientales facilitan la aparición de bacterias, virus y parásitos en los alimentos y en el agua.
Así lo explicaron especialistas de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad de la Secretaría de Salud a través de un comunicado.
Durante la temporada -precisaron- los cuadros gastrointestinales más frecuentes son aquellos de carácter viral (más de 70 por ciento), seguidos por los de tipo bacteriano (15 por ciento) y parasitaria (porcentaje restante).
¿Cuáles son los síntomas que se presentan?
En el documento difundido por la Secretaría de Salud, los especialistas indicaron que los síntomas de infecciones gastrointestinales más comunes son: vómito, diarrea, fiebre, dolor abdominal y deshidratación.
“En estos casos es importante evitar detener la diarrea mediante el uso de medicamentos, disminuir la fiebre con antipiréticos o aliviar el dolor estomacal con analgésicos, porque puede dificultar el diagnóstico del tipo de infección u otra condición grave”, señalaron.
En cuanto a la diferenciación sintomatológica, destacaron que las infecciones virales causan síntomas como diarrea sin sangre, vómito y febrícula, mientras que las bacterianas generan un considerable aumento de temperatura y diarrea con sangre.
En el caso de las parasitarias, por lo general, no generan fiebre ni dolor y tienen como principal síntoma, la diarrea.
Debido a que son cuadros clínicos muy parecidos, la capacidad y sensibilidad del médico tratante es fundamental para iniciar terapias farmacológicas y de rehidratación, indicaron.
Por lo que pidieron extremar precauciones en la conservación de los alimentos y en el mantenimiento de la higiene personal, a través del adecuado lavado de manos con agua fría y jabón cuantas veces sea necesario.
Lo anterior, debido a que los alimentos o bebidas pueden contaminarse por hábitos inadecuados en su manejo.
Cómo prevenir enfermedades gastrointestinales
Como se mencionó anteriormente, durante la temporada de calor, el riesgo de sufrir enfermedades estomacales aumenta significativamente.
La combinación de altas temperaturas y el consumo de alimentos poco seguros pueden desencadenar una serie de afecciones digestivas. Es por ello que se recomienda:
- Mantener una correcta higiene de manos. Lavarse las manos con agua y jabón de manera frecuente, especialmente antes de comer o preparar alimentos y después de ir al baño, puede reducir considerablemente la posibilidad de contraer infecciones estomacales.
- La conservación adecuada de alimentos es otro aspecto crucial. En climas calurosos, los alimentos pueden descomponerse con mayor rapidez. Por ello, es importante asegurarse de que los alimentos perecederos se mantengan refrigerados y de consumirlos dentro de sus fechas de caducidad. Evitar dejar comida expuesta al aire libre por períodos prolongados y preferir aquellos lugares que mantengan buenas prácticas de higiene.
- Optar por frutas y verduras frescas, lavándolas adecuadamente antes de su consumo. Evitar comer en la calle productos que no ofrezcan garantías de higiene y seguridad es una medida precautoria durante el calor, cuando las condiciones para conservar alimentos sin refrigeración son desfavorables.
- Prestar atención a la preparación segura de los alimentos en casa, evitando la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos, es fundamental. Cocinar los alimentos a temperaturas seguras para eliminar bacterias patógenas y asegurar una comida segura.
- El consumo de agua potable es esencial para evitar deshidrataciones y enfermedades. Es aconsejable beber agua embotellada, hervida o desinfectada, especialmente si existe incertidumbre sobre la calidad del agua de la llave. Asimismo, abstenerse de consumir hielo de origen desconocido puede prevenir la ingestión de patógenos.
Siguiendo estas recomendaciones básicas, es posible disfrutar del verano minimizando los riesgos de sufrir enfermedades estomacales.