Estos son los años más calurosos de la CDMX; así se prepara la capital para enfrentar altas temperaturas

Conagua confirmó que el 15 de abril la capital alcanzó los 34.2 °C, superior al récord de 1998

La CDMX sintió la primera onda de calor de 2024 el 13 de abril. Sin embargo, hay otros años con registro de altas temperaturas. (Cuartoscuro).

La Ciudad de México (CDMX) experimentó un incremento histórico en sus temperaturas, alcanzando los 34.2 °C el pasado 15 de abril, superando el récord anterior de 33.9 °C establecido en 1998, según informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Este acontecimiento marca un hito en los registros climáticos de la capital, evidenciando los crecientes efectos del cambio climático en áreas urbanas. Además, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha proyectado que este fenómeno es solo el inicio de lo que se espera sea una serie de al menos cinco ondas de calor en los meses de marzo, abril, mayo y junio, con temperaturas que podrían escalar hasta los 45 °C en distintas partes del país.

El inicio de esta primera onda de calor se registró desde el sábado 13 de abril, con una duración estimada de entre 3 y 10 días. Tal pronóstico es parte de una tendencia creciente de altas temperaturas a lo largo del país, incluyendo zonas típicamente más frescas. Esta situación ha puesto en alerta tanto a autoridades como a la población respecto a los posibles efectos en el bienestar de las personas, la agricultura y el suministro de agua.

Los años más calurosos de la CDMX

El calentamiento global ha causa estragos en el mundo. México es uno de lo países que se ha visto afectado por este fenómeno acompañado de altas temperaturas, sequía y escasez de lluvia. Los efectos negativos del problema han dejado ondas de calor de hasta 34 grados, un registro inusual en la historia de la CDMX. Además de 2024, hay otros años en los que se percibió un calor en ascenso.

  • 2024: La Ciudad de México experimentó temperaturas récord el 15 de abril, alcanzando los 34.2 °C en el observatorio de Tacubaya y 32 °C en el Aeropuerto Internacional de la CDMX. Un día antes, el 14 de abril, las temperaturas registradas fueron de 32.9 °C en Tacubaya y 30 °C en el AICM.
El calor en la Ciudad de México ha incrementado con los años desde el 2009 al 2024. (Foto: Especial)
  • 1998: El 9 de mayo se registró una temperatura de 33.9 °C, destacando como uno de los días más calurosos de ese año. En abril de ese mismo año, se anotaron temperaturas significativas: el día 14 se alcanzaron los 32 °C y el 15, 31.6 °C.
  • 2009: El 10 de abril, la temperatura escaló hasta los 33.7 °C, marcando ese año como uno de los más calientes registrados en la Ciudad de México.

Así se prepara la CDMX para enfrentar las altas temperaturas

México implementa un ambicioso programa de acción climática de diez años en la Ciudad de México (CDMX) para combatir los efectos del cambio climático, centrándose en el uso eficiente de los recursos naturales. Esta iniciativa incluye medidas como la promoción de calentadores solares y la generación de energía fotovoltaica, junto con la creación de infraestructura verde y azul, para aumentar la resiliencia urbana a las elevadas temperaturas y fortalecer la conectividad ecológica.

Las fuente y los parques son una alternativa para aminorar el calor en la CDMX (AFP/Ulises Ruiz).

El proyecto busca disminuir la dependencia de energía no renovable mediante la instalación de calentadores solares en hogares, así como impulsar la energía limpia a través de la colocación de paneles solares en el Servicio de Transportes Eléctricos de la capital. Las acciones están diseñadas para ofrecer alternativas sustentables de energía a la población y disminuir la emisión de carbono en una ciudad que ha registrado temperaturas récord de hasta 38°C.

En cuanto a la infraestructura verde, se planea la construcción de parques, pozos de absorción, jardines de infiltración, y humedales artificiales en áreas de recarga acuífera. Estas medidas no solo buscan gestionar de manera eficiente el agua pluvial sino también mejorar la calidad ambiental y proporcionar refugio para la biodiversidad. Los corredores biológicos y cinturones verdes propuestos, por otro lado, son esenciales para mantener la biodiversidad urbana y contribuir al alivio de las islas de calor en la metrópoli.