El Presidente Andrés Manuel López Obrador lleva todo su sexenio “despotricando” contra el Poder Judicial y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y denuncia que en el pasado, los ministros estaban sometidos al Presidente y formaban parte de la mafia partidista que los postulaba. Claudia Sheinbaum, la candidata a la presidencia por el oficialismo, ha tomado la misma postura.
Así lo asegura el periodista Carlos Loret de Mola en su columna Historias de reportero de este martes, titulada Evidencias. En ella, Loret asegura que, hasta ahora, los casos más probados de este comportamiento corrupto han sido en este sexenio y se deben al propio mandatario.
El periodista dice que el detallado expediente contra Arturo Zaldívar, expresidente de la SCJN, “exuda” un entreguismo al primer mandatario, un sometimiento del que no existía antes mejor registro. Su salto de la Presidencia de la SCJN a la campaña de Sheinbaum es un descaro del que tampoco había registro previo, señala el periodista, y dice que Zaldívar es ahora vocero de la campaña presidencial oficialista y ha asumido el rol de “mariscal de campo” de la guerra contra la independencia y la autonomía del Poder Judicial, mismo que solía encabezar.
También menciona a Lenia Batres, pues dice que tampoco existía mejor registro de un militante de partido en la Corte que el de ella. Asegura que la desvergüenza con la que llegó y se conduce desdibuja a los priistas y panistas que han estado en la misma sala, por no mencionar los varios episodios de desconocimiento jurídico en los que ha quedado exhibida en su corta gestión. “Tan penosos, que han hecho olvidar que a su lado, como parte de la bancada obradorista en el Poder Judicial, está sentada la ministra que plagió su tesis… y sigue tan campante. Si de conflictos de interés y pago de favores se trata, ahí está Yasmín Esquivel, esposa del constructor favorito del presidente de México”, se lee en la columna.
Loret se pregunta si hay algún registró más nítido de enriquecimiento inexplicable que la aparición de casas, departamentos y propiedades de lujo de Rocío Nahle, quien se suponía era la custodia de la más noble bandera del obradorato: devolver el petróleo a los mexicanos.
En cuanto a impunidad para los corruptos, se pregunta quién le gana al director de Segalmex, quien sigue trabajando en el gobierno con un fraude de 15 mil millones de pesos. También se pregunta si hay una muestra más clara de adulación de los medios de comunicación al presidente que los “vergonzosos” episodios que se han visto este sexenio en la mañanera, y si algún familiar de algún presidente anterior ha sido descubierto en un negocio más grande que los que han armado los hijos de AMLO con sus primos y amigos.
Loret dice que sorprende el cinismo con el que el presidente critica con calificativos atroces las prácticas que él mismo reproduce en la cara de todos. Pero, señala, sorprende más su capacidad para salirse con la suya. “Pero claro, son tiempos de río revuelto. A este presidente, que le importa tanto el juicio de la Historia, le espera una sabrosa condena, una vez que las aguas se asienten y su mandato se evalúe con perspectiva”, concluye.