Hay todo tipo de insectos: desde los más famosos y convencionales a los que ya nos hemos acostumbrado como los mosquitos, las moscas o ciertas arañas, hasta los más extraños que despiertan todo tipo de fobias debido a su particular apariencia, como el conocido “alacrán con alas”.
Este insecto, cuyo nombre real es panorpa o mosca escorpión, luce como un alacrán con alas. Los alacranes, como bien sabemos, son animales que sí están presentes en México, especialmente en estados del norte; no obstantes, estos no tienen alas, por lo que el aspecto de las moscas escorpión puede llegar a asustar a ciertas personas.
A pesar de su nombre común, estos insectos no están relacionados con los escorpiones verdaderos y tampoco poseen veneno. La característica más distintiva de las moscas escorpión es la cola de los machos, que se curva sobre el cuerpo y termina en una estructura similar a un aguijón, aunque es inofensiva para los humanos.
Las moscas escorpión se encuentran en diversas partes de México y suelen habitar en áreas húmedas y sombreadas, cerca de cuerpos de agua. Se alimentan principalmente de materia vegetal en descomposición y, en algunos casos, de pequeños insectos. Su aspecto único y la cola característica de los machos las hacen fácilmente reconocibles, a pesar de que no representan una amenaza para las personas.
Si te encuentras con uno de estos insectos en tu casa, aunque su apariencia sea aterradora, no los mates, pues no son ningún peligro, ni para ti ni para tu familia. Si su presencia te incomoda, te recomendamos atraparlo con cuidado y sacarlo al jardín o a la calle.
Por otro lado, los alacranes que sí son venenosos podrían ser peligrosos, por lo que conviene siempre estar informado acerca de ellos, su picadura y lo que debes hacer si te encuentras con uno.
Los verdaderos alacranes y sus peligros
Los alacranes o escorpiones son arácnidos conocidos por su aguijón venenoso ubicado al final de su cuerpo, capaz de inyectar toxinas a sus presas o como mecanismo de defensa ante amenazas. Pertenecen a la orden Scorpiones, y se han identificado alrededor de 2,000 especies en el mundo, aunque solo unas pocas son peligrosas para los humanos.
La severidad del veneno varía considerablemente entre las especies, siendo algunas como el escorpión amarillo (Leiurus quinquestriatus) y el escorpión de la corteza del desierto (Centruroides sculpturatus) reconocidas por poseer un veneno potencialmente letal para humanos.
En general, la mayoría de las picaduras de alacranes provocan síntomas locales como dolor, enrojecimiento y hinchazón en el área afectada, pero pueden también desencadenar reacciones alérgicas graves o síntomas sistémicos en individuos sensibles, incluyendo dificultades respiratorias, latidos cardíacos irregulares, náuseas, y en casos extremos, insuficiencia cardíaca o parálisis.
Para la prevención de picaduras de alacranes, es crucial adoptar medidas especialmente en zonas donde su presencia es común. Algunas recomendaciones incluyen revisar y sacudir prendas de vestir y calzado antes de usarlas, utilizar repelentes específicos en áreas propensas, sellar grietas y orificios en hogares, emplear mosquiteros en ventanas y puertas, y evitar caminar descalzo en zonas conocidas por la presencia de alacranes.
En caso de sufrir una picadura de alacrán, es importante mantener la calma y acudir inmediatamente a un centro médico para recibir la atención adecuada, lo cual puede incluir la administración de anti-veneno específico para casos severos. La identificación precisa de la especie implicada puede ser de ayuda para el tratamiento, aunque no siempre es posible. Mantener la extremidad afectada en reposo y a nivel del corazón puede ayudar a controlar la dispersión del veneno.