Christian Omar Larios Tierrablanca, conocido en los círculos delictivos como “El Kikín”, ha sido identificado como uno de los distribuidores de estupefacientes más influyentes en el notorio barrio de Tepito, a pesar de su juventud.
Larios Tierrablanca era el elemento perfecto para ser uno de los principales operadores de Édgar Valdez Villarreal, ‘La Barbie’, quien se encontraba en la búsqueda de dominar el corazón de la Ciudad de México, comenzado con el barrio bravo.
A la temprana edad, que no pasaba los 30 años, ‘El Kikín’ ya se había forjado una reputación en el mundo del crimen organizado, manteniendo un bajo perfil ante los medios de comunicación y las autoridades.
“Christian Omar Larios Tierrablanca, ‘El Kikín’, en su perfil de Facebook se le miraba a ‘El Kikín’ de complexión atlética, barba de candado y alhajas de oro, parecía un junior, cada que visitaba los bares y antros, así como estacionamientos de su propiedad, ubicados en Polanco, zona rosa y centro, pero según publicó la prensa nacional, en realidad era uno de los distribuidores de droga más poderosos del barrio bravo, su credencial para votar, tenía como dirección la colonia Cosmopolita, en Azcapotzalco, aunque era tepiteño de cuna y crianza”, se lee en el libro ‘Cártel Chilango’, de Antonio Nieto.
Su conexión con el conocido narcotraficante ‘El Güero’ y sus lujosos hábitos de vida habían sido tema de discusión entre quienes lo conocían.
Residiendo en la colonia Cosmopolita de Azcapotzalco, pero con raíces profundamente arraigadas en Tepito, “El Kikín” presentaba una imagen de extravagancia y poder.
Con gustos por la vida nocturna en Polanco, la Zona Rosa y el Centro, y preferencia por las mujeres sudamericanas, ‘El Kikín’ llevaba adelante una operación de distribución de drogas altamente efectiva y discretamente eficiente.
La habilidad de Christian Omar para mantenerse fuera del radar mientras administraba estacionamientos en áreas de alta afluencia y participaba en eventos sociales de élite, demostraba un entendimiento profundo de cómo operar dentro de las sombras sin despertar sospechas.
“Apenas bordeaba los 30 años de edad, pero ya presumía arcas llenas y suficiente respeto callejero para no aparecer en el radar de la prensa o de la policía, era el intermediario ideal para ‘La Barbie’, con quien compartía el gusto por los reventones fresas, las mujeres sudamericanas y el coqueteo con la farándula”.
El final de ‘El Kikín’
La madrugada del viernes 24 de marzo del 2017, fue localizado el cadáver de un joven de 37 años de edad, quien fue identificado como Christian Omar, alias ‘El Kikín’, el famoso operador de ‘La Barbie’, quien ya había sido trasladado a una prisión de Estados Unidos.
El ahora occiso se encontraba envuelto en una cobija, atado de pies y manos, además de una bolsa en la cabeza, por lo que fue más que evidente que fue víctima de un ajuste de cuentas.