Así fue el extraño fenómeno óptico que sucedió en Mazatlán antes del eclipse solar 2024

La gente que viajó a este punto en Sinaloa tuvo una grata sorpresa además del esperado fenómeno astronómico

REUTERS/Henry Romero

Este 8 de abril por fin se llegó el día que estaban esperando las personas que viajaron a Mazatlán con el objetivo de presenciar el eclipse solar, cabe señalar que este lugar fue recomendado por la NASA como el mejor sitio para disfrutar del fenómeno astronómico.

Aunque el eclipse duró cuatro minutos en su punto máximo, la gente se quedó todo el fin de semana para apreciarlo, así que pudieron ser testigos de otro fenómeno impresionante en el cielo: un halo solar.

Este fenómeno se pudo observar un día antes del eclipse solar de este 8 de abril y fue capturado por el fotógrafo Daniel Aguilar.

El fue el fotógrafo que captó el curioso fenómeno (Captura de pantalla X/@DAGUILARFOTO)

Un halo solar es un fenómeno óptico causado por partículas de hielo en la atmósfera terrestre, que refractan y reflejan la luz del sol, formando un círculo de luz alrededor del sol. Este fenómeno puede observarse en cualquier momento del año, siempre que haya nubes altas, delgadas y frías conocidas como cirros.

Aunque los halos solares pueden ocurrir independientemente de un eclipse, su aparición antes de un evento astronómico como el de hoy no tiene una relación directa o predictiva con el evento.

Un eclipse solar ocurre cuando la luna se interpone entre la Tierra y el sol, bloqueando total o parcialmente la luz solar— como en este caso—. La coincidencia de un halo solar antes de un eclipse puede ser espectacular desde el punto de vista visual, pero es resultado del estado atmosférico en ese momento particular, pero no está relacionado de ninguna forma con dicho fenómeno.

Algunas personas en redes sociales también dijeron ver el eclipse entre las cámaras de su celular y el dispositivo que estuvieran usando para contemplarlo (filtro o lentes certificados), esto únicamente era un juego de reflejos y luces causado por los lentes del teléfono y alguna otra superficie mientras se intentaba acomodar para tomar una foto.

Algunas personas apreciaron un reflejo extra del eclipse, el cual fue producido entre los lentes de su celular y el instrumento que hayan usado para verlo (Facebook/@marino.fernandezolvera)

De acuerdo con Ecología Verde, estas son algunas de las características que puede tener un halo:

  • El interior del halo tiene tonalidades rojas que cambian a naranja y luego amarillo hacia el exterior, por lo que en los exteriores se puede apreciar un color blanquiazul (con algunas excepciones en color violeta)
  • La porción del cielo visible al interior del anillo es ligeramente más oscura que otras zonas
  • El diámetro del halo solar es de 22 grados de radio y siempre mantendrá ese tamaño sin importar la posición que tenga en el cielo.
  • Es posible que haya un segundo halo solar mayor de 46 grados de radio, el cual tiene un brillo mayor pero es muy poco probable que ocurra.
Así son los halos solares- crédito Maca Fotografía

Los parhelios, fenómenos ópticos comúnmente conocidos como “falsos soles”, capturan la atención del público cuando aparecen en el cielo junto a un halo solar. Estas dos brillantes manchas de luz, que pueden presentarse tanto en blanco como en diversos colores, usualmente se sitúan a ambos lados del sol, alineadas con este sobre el horizonte.

A menudo, solo es visible uno de los parhelios, pero su impacto visual es indiscutible, con un espectro de colores que varía de rojos intensos en su interior a tonalidades azules o blanquecinas hacia sus bordes más difusos.

Este fenómeno, que despierta tanto asombro como curiosidad, es el resultado de la refracción, reflexión y dispersión de la luz solar por los cristales de hielo presentes en las nubes cirro. La posición precisa de estos parhelios respecto al sol —a la izquierda y a la derecha, y a la misma altura sobre el horizonte— es lo que les otorga el nombre de “falsos soles”.

La ciencia detrás de este espectáculo natural radica en las condiciones atmosféricas específicas necesarias para su formación, incluyendo la presencia de humedad y la disposición adecuada de los cristales de hielo en la atmósfera.