En el primer debate presidencial rumbo a las elecciones del 2 de junio en México, las candidatas Claudia Sheinbaum, representante del oficialismo de izquierda y Xóchitl Gálvez, de la oposición centroderechista, protagonizaron un encuentro marcado por las acusaciones personales, relegando a un segundo plano las propuestas de gobierno según los propios ciudadanos, quienes hicieron tendencia en la red social X el hashtag #LesValemosMadres.
Durante el debate también participó Jorge Álvarez Máynez, candidato de Movimiento Ciudadano (MC), quien se posicionó como una alternativa independiente a los partidos tradicionales.
La dinámica del encuentro se centró en temas de salud, educación, corrupción y violencia de género, aunque los ataques entre candidatas restaron tiempo para el desarrollo de propuestas concretas.
¿De qué se acusaron?
Durante el primer debate presidencial, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez intercambiaron una serie de acusaciones centradas principalmente en temas de transparencia, manejo del presupuesto y respuesta a tragedias.
La morenista Sheinbaum Pardo criticó a Gálvez por no cumplir la promesa de donar el dinero por la venta de un departamento y por inconsistencias en sus declaraciones patrimoniales como senadora.
Además, Sheinbaum destacó sus esfuerzos por digitalizar procesos para aumentar la recaudación y disminuir la corrupción, señalando un ahorro significativo en su gestión y acusando a Gálvez de otorgar permisos a empresas inmobiliarias con las que estableció contratos millonarios.
Por otro lado, Gálvez arremetió contra Sheinbaum por su gestión durante el sismo de 2017, específicamente acerca del colegio Rébsamen, donde fallecieron niños debido a daños estructurales. Gálvez insinuó que Sheinbaum tenía los elementos legales para clausurar el colegio antes de la tragedia y no lo hizo.
La candidata de Fuerza y Corazón por México también confrontó a Sheinbaum sobre el sistema de salud, describiéndola como una mujer “fría y sin corazón” por el manejo del tema, más tarde nombrándola como “la mujer de hielo”. Además, desafió a Sheinbaum a investigar posibles actos de corrupción dentro de la administración actual, incluyendo a los hijos de Andrés Manuel López Obrador.
La tensión entre las candidatas se reflejó en este intercambio de acusaciones que abarcó desde la transparencia y la corrupción hasta el manejo de las tragedias y las políticas de salud y educación, mostrando un amplio espectro de los desafíos que enfrenta México.
La despedida
El cierre del primer debate presidencial no pasó desapercibido para el público. Tras un evento marcado por agudas críticas y enfrentamientos verbales entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, un video difundido en redes sociales captó la atención de miles.
Este material de menos de 10 segundos mostraba el momento de la despedida entre las candidatas, quienes, a pesar de la tensión previa, se dieron un beso en la mejilla, gesto que sorprendió a muchos dada la intensidad de sus intercambios durante el debate.
La escena también incluyó al candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, quien observó la escena mientras aguardaba su turno para despedirse del periodista Manuel López San Martín, quien junto a Denise Maerker fue moderador del debate.
Aunque el video captó un breve intercambio de palabras entre las candidatas, ni el sonido ni la imagen no fueron claros como para discernir lo que se dijeron.
Este momento, capturado y viralizado en redes, generó múltiples interpretaciones entre los usuarios, algunos de los cuales vieron en el gesto un indicio de que, más allá de las diferencias políticas y las acusaciones cruzadas, existe un respeto subyacente entre las contendientes. Otros, sin embargo, lo interpretaron como una mera formalidad en un contexto de alta competencia política.