¿Por qué la rubéola es más peligrosa para las mujeres embarazadas?

Desde el 1 de abril de 2024, México da inicio a su campaña de vacunación 2024, focalizada principalmente en la administración de vacunas contra la poliomielitis, sarampión, rubeola y parotiditis, así como sarampión y rubéola específicamente para adolescentes. La Secretaría de Salud mexicana será la encargada de llevar a cabo esta iniciativa, que se propone aplicar cerca de nueve millones de vacunas en todas las 32 entidades federativas del país, hasta el cierre el 31 de mayo.

Este esfuerzo se enmarca dentro de los objetivos sanitarios del país para alcanzar o superar el 90% de cobertura de vacunación durante el año en curso, con el fin de prevenir el restablecimiento de la transmisión endémica de enfermedades como la poliomielitis, sarampión y rubeola. La relevancia de esta campaña aumenta ante el registro de 648 casos sospechosos de sarampión y rubéola a lo largo del año, lo que subraya la importancia de la inmunización como herramienta preventiva crucial.

La Secretaría de Salud ha destacado la importancia de estas acciones preventivas para proteger a las comunidades y evitar brotes de enfermedades que pueden tener graves consecuencias en la salud pública. La vacunación masiva es una estrategia clave en la lucha contra los virus y bacterias que causan estas enfermedades. En el caso de la rubéola, existen poblaciones vulnerables.

La rubéola, una enfermedad viral altamente contagiosas que afecta primordialmente a los niños, ha suscitado preocupaciones debido a su modo de transmisión a través de las vías respiratorias y los posibles efectos graves que puede tener en ciertos grupos poblacionales. Esta patología se caracteriza por provocar síntomas como fiebre baja, nausea y erupciones en la piel, los cuales suelen manifestarse entre dos y tres semanas después de la exposición al virus de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Se ha observado que, mientras los síntomas en niños tienden a ser moderados, en adultos puede derivar en condiciones más graves, incluyendo artritis y dolores articulares significativos. En particular, las mujeres jóvenes son más susceptibles a experimentar dolor en las articulaciones, dolor de cabeza y conjuntivitis como preludio al característico sarpullido que define a esta enfermedad. Además, se ha registrado que hasta un 70% de ellas pueden desarrollar la enfermedad en los huesos, una incidencia mucho menos común entre los hombres y la población infantil, conforme con la National Foundation for Infectious Deseases de Estados Unidos.

En cuanto a la sintomatología, se estima que entre el 25% y el 50% de los infectados por el virus de la rubéola no muestran signos visibles de la enfermedad. Esta característica asintomática complica el diagnóstico efectivo y, por ende, el seguimiento y tratamiento adecuados. La enfermedad tiene el potencial de causar complicaciones de gravedad en casos aislados, incluyendo infecciones cerebrales y problemas relacionados con el sangrado, poniendo en evidencia la importancia de una prevención activa y una vigilancia constante de los síntomas asociados a esta infección viral

Sin embargo, el mayor riesgo se presenta en casos de infección durante las etapas iniciales del embarazo, donde se eleva la posibilidad de la muerte fetal o el desarrollo del síndrome de rubéola congénita (SRC), una condición marcada por defectos congénitos severos que afectan principalmente al cerebro, ojos y oídos del bebé, según la OPS.

Además, si una mujer no se ha vacunado antes de comenzar la gestación, los efectos de la rubéola pueden ocasionar problemas cardíacos, discapacidad intelectual, y daños en el hígado o el bazo. Estos problemas tienen más probabilidades de desarrollarse si el contagio ocurre durante los primer tres meses del embarazo.