A las 19:03 se registró un sismo de magnitud 4.2 a sólo 31 kilómetros de Coalcoman, Michoacán.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó un sismo de magnitud 4.2 en Cihuatlán, Jalisco, el cual ocurrió a las 06:50 horas de este lunes 1 de abril.
La ciudad de Cihuatlán experimentó un sismo que alcanzó los 4.2 de magnitud y tuvo una profundidad de 10 kilómetros.
Un sismo de magnitud 4.0 se registró a las 04:30 horas, localizado a 31 kilómetros al noreste de Acapulco, en el estado de Guerrero. Según los datos proporcionados, el movimiento telúrico tuvo su epicentro en las coordenadas geográficas latitud 17.10 y longitud -99.72, con una profundidad focal de 34 km.
En la madrugada del 1 de abril de 2024, a las 01:41:13 horas, se registró un sismo de magnitud 4.4. El epicentro de este movimiento telúrico se localizó a 42 kilómetros al suroeste de Huixtla, en el estado de Chiapas, México. La ubicación precisa del sismo fue en la latitud 14.84 y longitud -92.71, con una profundidad focal (Pf) de 73 kilómetros.
Hasta esta hora no se ha registrado actividad sísmica mayor.
México es considerado uno de los países con mayor actividad sísmica en el mundo debido a su ubicación geográfica, la cual lo coloca sobre cinco placas tectónicas: la placa Norteamericana, la placa del Pacífico, la placa de Cocos, la placa del Caribe y la placa Rivera. La interacción entre estas placas es la principal causa de la generación de sismos en el territorio nacional.
Uno de los principales factores que contribuyen a la sismicidad en México es la subducción de la placa de Cocos bajo la placa Norteamericana, un fenómeno que ocurre principalmente en la costa del Pacífico. Esta subducción genera una gran cantidad de energía que se libera en forma de sismos, algunos de los cuales han tenido efectos devastadores en el pasado, como el terremoto de 1985 en la Ciudad de México y el terremoto de 2017 en Puebla y Morelos.
Además, la placa de Cocos se está fragmentando, creando una serie de microplacas que aumentan la complejidad de las interacciones tectónicas en la región. Esto se traduce en una variedad de sismos en diferentes áreas del país, no sólo en la costa pacífica, sino también en regiones interiores.
La península de Baja California y el Golfo de California también son zonas de alta sismicidad debido a la presencia de la placa del Pacífico y la placa de Rivera. La placa del Pacífico se mueve hacia el noroeste respecto a la placa Norteamericana, generando sismos a lo largo de la falla de San Andrés y en la zona de rift del Golfo de California.
Otro factor que contribuye a la sismicidad en México es la actividad volcánica, especialmente en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se encuentra una gran cantidad de volcanes activos. La presión acumulada debajo de estos volcanes puede generar sismos, además de las erupciones volcánicas.
Las áreas más afectadas por esta actividad sísmica son la costa del Pacífico, el centro y el sur de México, incluyendo estados como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Ciudad de México, Puebla y Morelos. Estas regiones han desarrollado sistemas de alerta temprana y protocolos de evacuación para mitigar los daños que pueden ocasionar estos fenómenos naturales.