Francisco Gabilondo Soler, mejor conocido por su nombre artístico Cri-Cri, El Grillito Cantor, sigue siendo uno de los pilares fundamentales en el género de la música infantil en los países de habla hispana, décadas después de su fallecimiento el 14 de diciembre de 1990.
Nacido en Orizaba, Veracruz, el 6 de octubre de 1907, Gabilondo Soler dejó un inmenso legado a través de canciones que han marcado la infancia de múltiples generaciones, destacando éxitos como “El ratón vaquero”, “La patita”, “Caminito de la escuela” y “Negrito Sandía”.
Desde muy pequeño, Gabilondo Soler mostró un interés por distintas disciplinas como la geografía, matemática y astronomía, pero fue la música y la literatura las que capturaron su pasión, llevándolo a convertirse en un icono de la música para niños.
Su habilidad para crear personajes entrañables y relatar historias con moralejas a través de sus composiciones, lo han mantenido vigente como un referente cultural aún después de su muerte.
Cri-Cri, El Grillito Cantor, desarrolló una carrera brillante como compositor y cantante, a pesar de haber cursado solamente hasta el sexto año de primaria, demostrando que el talento y la creatividad no están limitados por el grado académico alcanzado. Su música no solo entretiene sino que también educa, haciendo uso de fábulas y narrativas que transmiten valores y lecciones de vida a sus jóvenes oyentes.
A lo largo de su carrera, Francisco Gabilondo Soler creó un universo musical único que continúa resonando en el corazón de quienes crecieron escuchando sus canciones. Su obra ha trascendido fronteras, consolidándose como una pieza clave en la cultura musical infantil.
El origen de ‘Di por qué, dime Abuelita’
La influencia de la abuela en la obra de Cri Cri, el famoso compositor mexicano conocido como el “Grillito Cantor”, es indiscutible, reflejándose en numerosas canciones que forman parte del cancionero popular infantil de México.
Entre ellas, destaca ‘Di por qué, dime abuelita’, una pieza que rendía tributo a su abuela, figura clave durante su infancia. Este homenaje es un claro ejemplo de cómo la figura materna extendida fue un pilar fundamental no solo en su vida personal, enfrentando desafíos como la muerte de hermanos, la separación de sus padres y periodos en internados, sino también en su carrera artística, inspirándolo a crear música que ha trascendido generaciones.
Durante su niñez, marcada por momentos de adversidad, Cri Cri encontró en su abuela una fuente de amor y seguridad. La profunda conexión que desarrollaron jugó un papel crucial en la vida del artista, modelo que luego plasmó en ‘Di por qué, dime abuelita’ hasta su muerte.
Esta obra no solo rinde homenaje a su propia abuela, sino que también evoca la importancia de las abuelas en la cultura mexicana, reconocidas por su sabiduría, cuidado y afecto. La canción permanece como un testimonio de la influencia positiva de los abuelos en la formación de la personalidad y valores de los niños.
La obra de Francisco Gabilondo Soler, nombre real de Cri Cri, es rica en historias que capturan la imaginación de niños y adultos por igual. Sus canciones se han convertido en un invaluable legado cultural para México y el mundo hispanohablante, celebrando valores universales como el amor, la familia y la resiliencia. ‘Di por qué, dime abuelita’ es solo una de las múltiples composiciones donde Cri Cri logra combinar relatos personales con el folklore y tradiciones mexicanas, demostrando la habilidad del artista para conectar con su audiencia a través de experiencias compartidas.