Qué es el dengue, cuáles son sus síntomas y cómo se transmite

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud, del 1 de enero y al 16 de marzo se tiene el registro de 8 mil 149 casos de dengue en México, distribuidos de la siguiente manera:

• 4 mil 115 corresponden a casos confirmados
• 3 mil 800 son datos de alarma.
• 234 casos severos.
• Cero defunciones.

En el mismo periodo de 2023 se registraron mil 549 casos acumulados.

Mientras que 73% de casos confirmados corresponden a Guerrero, Tabasco, Quintana Roo, Veracruz y Colima.

Es una enfermedad causada por un virus y se transmite a las personas por la picadura del mosquito -Aedes aegypti- portador de la enfermedad. No es contagioso y actualmente no hay vacuna para combatirlo. Es común en regiones tropicales y subtropicales como Centroamérica, Sudamérica y lugares insalubres o donde se estanca el agua.

Existen 3 manifestaciones diferentes de la enfermedad, que son:

• Fiebre de dengue.
• Dengue hemorrágico.
• Shock hemorrágico.

Los malestares aparecen después de un periodo de 4 a 7 días, se presentan como:

• Fiebre.
• Dolor de huesos.
• Dolor de cabeza intenso.
• Dolor de ojos (que se incrementa al moverlos).
• Erupción en la piel (parecida al sarampión).
• Náuseas.
• Vómito.
• Insomnio.
• Comezón.
• Falta de apetito.
• Dolor abdominal.

En casos graves:

• Hemorragia.
• Convulsiones a causa de la fiebre.
• Deshidratación severa.

• Usar ropa que cubra la mayor parte de tu cuerpo.
• Usar repelente.
• Instalar mosquiteros en puertas y ventanas.
• Evitar la acumulación de basura.
• Evitar el estancamiento de agua.
• Lavar constantemente contenedores de agua, así como tinacos y cisternas.
• Utilizar larvicidas para eliminar larvas de mosco.

• Consulte a su médico.
• Tomar abundantes líquidos para prevenir la deshidratación.
• No automedicarse (no use aspirina, debido a que su efecto puede provocar hemorragias).
• No usar antibióticos porque el dengue es producido por un virus; los antibióticos atacan bacterias.

En casos graves, el dengue puede complicarse convirtiéndose en dengue hemorrágico, generando sangrados tanto internos como externos; o causando shock hemorrágico, que ocurre cuando la sangre no fluye a los órganos principales del cuerpo, lo que puede causar la muerte.