Consumir mariscos en Semana Santa es una tradición muy arraigada en México, uno de los principales ingredientes en el menú de la Cuaresma es el pescado.
La gastronomía mexicana es tan amplia que ofrece diversos platillos para degustar la comida proveniente del mar y de los más populares son los “pescaditos” fritos. Se trata de filetes delgados de pescados como la tilapia cubiertos de una preparación a base de harina, la cual es sumergida en aceite hirviendo. Generalmente se le agrega algunas gotas de limón, salsa botanera y mayonesa.
Comer pescado frito, aporta beneficios nutricionales, aunque es importante considerar el método de cocción para mantener un equilibrio saludable. El pescado es una fuente importante de proteínas de alta calidad, esenciales para el mantenimiento y reparación de los tejidos corporales. Además, proporciona vitaminas importantes como la D y B12, y minerales tales como selenio, zinc, yodo y hierro, fundamentales para el funcionamiento óptimo del organismo.
Uno de los principales beneficios del pescado es su alto contenido de ácidos grasos omega-3, vitales para la salud cardiovascular, contribuyen también a disminuir los niveles de triglicéridos en la sangre, reducir la inflamación y potencialmente bajar el riesgo de enfermedades cardíacas.
Sin embargo, cuando el pescado se fríe, especialmente si se utiliza un empanizado y aceites no saludables, se incrementa significativamente su contenido calórico y de grasas, posiblemente anulando algunos de los beneficios cardiovasculares de los ácidos grasos omega-3. Además, técnicas de cocción a altas temperaturas, como la fritura, pueden degradar algunos nutrientes esenciales y generar compuestos potencialmente dañinos como las acrilamidas.
En este caso, lo recomendable es incluirlo en menús saludables, servirlo con verduras y comerlo no más de 2 veces a la semana. De igual manera deben utilizarse aceites de buena calidad y en cantidades moderadas.
¿Cómo preparar pescaditos fritos?
Ingredientes:
- 500 g de filetes de pescado blanco (como bagre, tilapia o trucha), cortados en tiras.
- Jugo de 2 limones.
- 1 taza de harina de trigo.
- 1/2 taza de maicena.
- 1 cucharadita de polvo de hornear.
- Sal y pimienta al gusto.
- 1 cucharadita de ajo en polvo.
- Aceite vegetal para freír.
Preparación:
- Marinar el pescado: En un recipiente, colocar el pescado y añadir el jugo de limón, sal, y pimienta. Mezclar bien y deja marinar durante al menos 10 minutos en el refrigerador.
- Preparar la mezcla para rebozar: En otro tazón, combinar la harina, la maicena, el polvo de hornear, sal, pimienta, y ajo en polvo.
- Rebozar el pescado: Retirar el pescado del refrigerador y escurrir cualquier líquido excesivo. Calentar aceite en un sartén a fuego medio-alto. A continuación es momento de pasar cada pieza de pescado por la mezcla de harinas, asegurándose de que cada una quede bien cubierta.
- Cocción: Una vez el aceite esté caliente, freir los filetes en grupos para evitar que se peguen entre sí. La fritura está en su punto cuando ya se vean dorados y crujientes, aproximadamente 2 a 3 minutos por cada lado, dependiendo del tamaño de la porción.
- Escurrir el exceso de aceite: A medida que el pescado esté listo, retirarlo del aceite y colocarlo sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Una vez listo el platillo, se recomienda servir con rodajas de limón, salsa o mayonesa. Estos pescados fritos son una excelente opción para compartir en reuniones o como parte de una comida principal, ofreciendo una alternativa rica en proteínas y con un agradable toque crujiente.