El Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio a conocer hace algunos meses sobre la falla de Plateros-Mixcoac, la cual podría tener relación con los microsismos que han estado ocurriendo en los últimos meses en la capital, los cuales han tenido epicentro en las alcaldía Álvaro Obregón, Benito Juárez y Magdalena Contreras, por lo que han colocado una estación sismológica para poder estudiar dicha falla.
La estación sismológica fue instalada en la alcaldía Álvaro Obregón, con la finalidad de medir, localizar y mapear las profundidades de la zona en donde se encuentran las grietas en dicho punto, además de poder determinar cuáles son las causas de la actividad sísmica que se ha presentado.
¿Cómo es la estación sismológica que se instaló en la alcaldía Álvaro Obregón?
Fue la alcaldesa de la Álvaro Obregón, Lía Limón, quien compartió sobre la instalación de dichos instrumentos de estudio sísmico.
“Como en Álvaro Obregón se registran microsismos frecuentemente, se instaló una estación sismológica en la dirección de Protección Civil de la demarcación; se busca determinar las causas de la sismicidad en el área Mixcoac-Plateros, así como medir, mapear, localizar y conocer las profundidades en la zona de la grieta”, detalló la alcaldesa de la alcaldía, Lía Limón.
Una vez que el dispositivo brinde información, los datos serán concentrados por el Servicio Sismológico Nacional (SNN) y se analizará de manera conjunta con los institutos de Geofísica y de Ingeniería de la UNAM.
Lía Limón reveló que se trata de la cuarta estación sismológica que se instala en la demarcación, pues se tiene el objetivo de contar con un perímetro que permita medir y localizar las profundidades de las grietas.
¿Qué es la falla Plateros-Mixcoac?
La falla de Plateros-Mixcoac es una estructura geológica ubicada en la Ciudad de México, específicamente en la zona sur de la ciudad. Se trata de una falla geológica que forma parte del sistema de fallas que atraviesan la Cuenca de México, la cual ha sido objeto de estudio debido a su impacto en la planificación urbana y el riesgo sísmico de la región.
Las fallas geológicas como Plateros-Mixcoac son fracturas en la corteza terrestre a lo largo de las cuales ha ocurrido un desplazamiento de rocas. Este tipo de formaciones geológicas puede influir en la distribución y el comportamiento de los movimientos sísmicos, así como en la estabilidad del suelo, aspectos críticos para una metrópoli con la densidad poblacional y la infraestructura compleja como la Ciudad de México.
El conocimiento sobre la falla de Plateros-Mixcoac y otras fallas en la Cuenca de México es fundamental para el desarrollo urbano y la construcción de edificaciones seguras, permitiendo que se realicen evaluaciones de riesgo adecuadas y se apliquen medidas de mitigación específicas en zonas susceptibles a daños por sismicidad o asentamientos diferenciales.
¿Por qué suelen ocurrir microsismos?
Los microsismos pueden ser causados por diversas razones:
- Extracción de agua subterránea: La sobreexplotación de los acuíferos bajo la ciudad puede provocar el hundimiento del suelo y generar microsismos debido a los ajustes en las capas de la tierra.
- Actividad tectónica: La Ciudad de México se encuentra en una región de alta actividad sísmica debido a la interacción de placas tectónicas, como la placa de Cocos y la placa de Norteamérica. Aunque los microsismos suelen ser eventos menores en comparación con terremotos de mayor magnitud, son una manifestación de la dinámica tectónica de la región.
- Actividad volcánica: La cercanía a estructuras volcánicas activas, como el Popocatépetl, puede contribuir a la generación de microsismos. Estos eventos están relacionados con los movimientos de magma y gases dentro del volcán.
- Factores antropogénicos: Actividades humanas como la construcción de grandes obras, el uso de explosivos en construcciones o minería, y el peso de construcciones urbanas también pueden inducir microsismos.
Aunque en su mayoría los microsismos no representan un riesgo significativo para la población, sí son un recordatorio constante de la necesidad de mantener una cultura de prevención y preparación ante sismos de mayor magnitud. La ciudad cuenta con sistemas de alerta sísmica y protocolos de seguridad que se activan incluso para estos pequeños eventos, como parte de las estrategias de mitigación del riesgo sísmico.