Éste es el hermoso pueblo mágico donde nació Francisco José Gabilondo Soler ‘Cri-Cri’

Francisco José Gabilondo Soler, mejor conocido como el creador de Cri-Cri, fue un referente para las infancias mexicanas a lo largo de varias generaciones debido a sus canciones y personajes.

Es por eso que aquí te contamos cuál es el bello pueblo mágico en donde nació el famoso detrás de este mundo.

Francisco José Gabilondo Soler nació en Orizaba, Veracruz y desde muy joven mostró gran interés por las artes. No obstante, según lo que señala su sitio oficial, la escuela nunca fue su gusto del todo.

Esto no lo habría limitado de buscar por sí mismo todo tipo de información y aprendizajes, por lo que a los 19 años comenzó a interesarse por la música sin saber que se convertiría en un ícono nacional y muy querido tanto por los adultos, como por los más jóvenes.

De acuerdo con la Secretaría de Turismo, la estratégica ubicación de Orizaba durante la época colonial la distinguió como un punto crítico en la ruta de comercio y traslado entre el Puerto de Veracruz y la Ciudad de México.

Esta ciudad, realzada por las aguas cristalinas del río Orizaba, ofrece a sus visitantes la oportunidad de recorrerla a través de puentes con una estética singular, brindando un oasis de tranquilidad en el cual se mezclan los sonidos de la naturaleza con el aroma a café fresco y tierra.

El nombre de Orizaba deriva del náhuatl Ahuilizapan, Ahauializapan, que significa “Lugar de aguas alegres”. Este lugar, originalmente habitado por los totonacas y posteriormente por toltecas, tlaxcaltecas y mexicas, vio la llegada de los conquistadores españoles liderados por Hernán Cortés luego de su encuentro inicial en Tenochtitlán.

Durante el virreinato, su relevancia se consolidó al ser uno de los principales núcleos del comercio en la Nueva España, favoreciendo el cultivo de caña de azúcar a partir de 1540.

Ubicada a 1,230 metros sobre el nivel del mar, Orizaba se caracteriza por un clima templado y húmedo, propicio para la degustación de platos típicos como el chileatole y otras especialidades locales.

Además de su rica historia y contribución al patrimonio gastronómico, Orizaba atrae a visitantes interesados en su artesanía, que incluye alfarería, cerámica y bisutería confeccionada con granos de café.