En Campeche, decenas de manifestantes recorrieron las calles desde el icónico malecón hasta el Palacio de Gobierno para exigir la renuncia de Marcela Muñoz Martínez, actual secretaria de Seguridad Pública.
La marcha, que tuvo lugar el miércoles, surge como respuesta a la negativa de la gobernadora Layda Sansores de destituir a su colaboradora, a pesar de las fuertes críticas y el paro laboral que afecta a la dependencia desde hace cinco días.
La protesta se intensifica en un ambiente de descontento social y político, donde los reclamos por mejoras en las condiciones laborales y de seguridad se han tornado exigencias de cambios profundos en la administración.
El origen del conflicto se remonta al viernes, 15 de marzo, cuando durante el traslado de internos de alta peligrosidad, policías fueron atacados en una emboscada por los reclusos.
Los agentes, que denunciaron haber sido enviados sin el equipo adecuado, enfrentaron una violenta resistencia, recibiendo golpes y siendo atacados con piedras, botellas y bombas molotov.
De manera particularmente alarmante, se reportó que mujeres policía presentes fueron sujetas no solo a golpizas sino también a agresiones sexuales por parte de los internos, incrementando la indignación y la urgencia de respuestas por parte de las autoridades.
Al día siguiente de los ataques, en un acto de protesta y demanda de justicia, los policías tomaron la sede de la Secretaría de Seguridad, exigiendo la destitución inmediata de Muñoz Martínez.
Sin embargo, la respuesta de la gobernadora Sansores, lejos de buscar una solución conciliadora, fue de descalificación hacia los manifestantes.
En su programa “La hora del jaguar”, Sansores minimizó las peticiones de diálogo, “Me dicen vas a ir, mejor que vaya la mamá de cualquiera de ellos, porque yo no voy a ir”, manifestó, avivando aún más las llamas del descontento.
La situación de precariedad en la Secretaría de Seguridad se hace eco en las palabras del diputado federal de Morena, José Luis Flores, quien tras lograr ingresar a las instalaciones de la policía corroboró el lamentable estado en el que se encuentra.
“Ahora que logramos entrar a la policía, constatamos que está en pésimas condiciones, y que los millones de pesos que hemos aprobado no se ven reflejados, se les cobra de todo a los policías”, denunció Flores.
El diputado morenista señaló esta manifestación como un “desahogo por la impotencia” frente a un gobierno que no responde a las necesidades de justicia de sus funcionarios.
Este reciente episodio en Campeche pone de relieve las tensiones existentes dentro del aparato de seguridad pública y la administración gubernamental.
La firme defensa de la gobernadora Sansores hacia Muñoz Martínez, quien ha sido su colaboradora desde tiempos en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México, choca con la demanda pública y de los propios agentes de seguridad por un cambio de liderazgo en la Secretaría.