“¿Sufre usted o algún familiar de alguna adicción con alcoholismo, drogadicción o enfermedad emocional? Nosotros le podemos ayudar” es el mensaje con el que se anunciaba el centro de rehabilitación ‘San Judas Tadeo’ en Jocotitlán, Estado de México. Ahí, las autoridades encontraron una fosa clandestina.
El inmueble, ubicado en el barrio La Presa de Santiago Casandejé, fue cateado por elementos de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) del Edomex como parte de las investigaciones tras la captura de Enrique “N”, alias ‘El Canuto’, presunto líder de una célula de La Familia Michoacana.
Extraoficialmente, se dio a conocer que en el lugar los agentes encontraron los restos de por lo menos una persona que habría sido secuestrada por este grupo delictivo, pero hasta el momento de la presente publicación no se han difundido los resultados de las pruebas periciales que permitirían comprobar la identidad de la víctima.
Reportes del periodista Antonio Nieto refieren que el hallazgo fue posible gracias a la declaraciones que un sospechoso bajo custodia ofreció a la Fiscalía.
Conviene recordar ‘El Canuto’ y 12 personas más, incluido un menor de edad, fueron arrestados el 18 de marzo en un predio del paraje conocido como Construrama en el municipio de Atlacomulco. Presumiblemente, uno de los presuntos miembros del grupo habría revelado la ubicación de la fosa de Jocotitlán.
Semanas antes de estas acciones, el cuerpo de un hombre fue localizado sobre la carretera que conecta a Santiago Casandejé con la localidad mazahua de Santa María Citendejé.
Por la mañana del 3 de marzo, habitantes del municipio y automovilistas reportaron la presencia de un cadáver sobre la carpeta asfáltica, a la altura del paraje La Presa.
Al llegar al lugar, los elementos de la Policía Municipal se percataron de que el cuerpo había sido abandonado junto con una cartulina firmada por La Familia Michoacana.
“La Familia Michoacana, esto le pasa a rateros, cristaleros y chapulines que no se alinean”, fue el mensaje atribuido al grupo criminal a pocos metros de la clínica de rehabilitación que era usada como terreno para deshacerse de los cuerpos de sus víctimas.
‘El Canuto’ es señalado como uno de los principales generadores de violencia en la zona norte del Edomex y estaría relacionado con al menos un secuestro y cinco homicidios cometidos en meses recientes.