Elena Larrea, reconocida activista, influencer y modelo, falleció inesperadamente debido a un problema médico, generando una profunda conmoción entre miles de personas que admiraban su trabajo y compromiso con el bienestar animal. La modelo se destacó por su incansable lucha en defensa de los caballos, enfrentando el maltrato al que son sometidos y abogando por su reconocimiento como seres sintientes merecedores de respeto, cuidados y cariño.
Con el objetivo de salvar a estos equinos del abuso y la explotación, fundó un santuario denominado Cuacolandia, un refugio que se convirtió en hogar de jubilación para muchos caballos que habían vivido años de sufrimiento.
Pero, para financiar el cuidado de los animales y las operaciones del santuario, Larrea exploró diferentes métodos de recaudación de fondos, enfrentando el desafío de la escasez de apoyos por parte de instituciones y la magnitud de los casos de violencia que requerían atención.
Su colaboración con Wild Beauty
Una de las estrategias más notables de Larrea fue su incursión en el contenido para adultos, lo cual le proporcionó un soporte financiero significativo para el santuario. Además, impulsó la creación de un calendario cuyos fondos estaban destinados a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de Cuacolandia, algunos de los cuales habían sido víctimas de extrema violencia, como Mila, quien sufrió abuso sexual.
En su continuo esfuerzo por encontrar recursos para el santuario, Larrea estableció recientemente una colaboración con la marca de maquillaje ‘Wild Beauty’, resultando en el lanzamiento de una colección limitada de labiales llamada Cuacogloss. La influencer había promocionado estos productos, señalando que solo había 100 piezas disponibles y que todas las ganancias serían destinadas al mantenimiento de Cuacolandia. Los interesados en apoyar la causa y adquirir el producto fueron dirigidos a las sucursales de ‘Wild Beauty’.
La partida de Elena Larrea deja un vacío en la comunidad que apoyaba la causa del bienestar animal y en aquellos que encontraron inspiración en su determinación y amor por los caballos. Su legado, sin embargo, perdura a través de Cuacolandia y las vidas que tocó y seguirá tocando gracias a su inquebrantable compromiso.