Así fue como Elena Larrea rescató a Mila, yegua que impulsó su lucha contra la zoofilia

Todo tiene un origen que explica el porqué de nuestro contexto actual y eso podemos ejemplificarlo con la historia de Elena Larrea que comenzó a dedicarse al rescate de animales maltratados y violentados por parte de sus dueños originales, especialmente de caballos, yeguas, ponis e inclusive de burros, lo que le valió para recibir amenazas.

Sin importar nada de los comentarios negativos, agresiones o intimidaciones que recibiera, no fue impedimento para que la influencer y activista dejara su labor de rescatista de equinos que finalmente adoptaba y mantenía en el santuario que ella misma fundó en el municipio de Atlixco, en Puebla, el cual es llamado Cuacolandia.

Pero de entre todos los animales que tenía dentro del refugio, destacó una yegua de nombre Mila, cuyo caso de maltrato y abuso por parte de su dueño causó que se motivara en la lucha social y política de tipificar, a través de las leyes, la zoofilia como un delito, lo que logró instaurar en el estado de Puebla.

Pero justamente es esta historia conmovedora, y desgarradora al mismo tiempo, lo que la llevó a incrementar los esfuerzos para que el abuso sexual en contra de los animales sea penado por la justicia de nuestro país con cárcel.

Lo que ocurrió con la yegua, de nombre Mila, es que ella estaba en un sitio donde la mantenían encerrada y amarrada, un inmueble localizado en San Pedro Cholula, en el estado de Puebla, además cuando la localizaron, el animal no podía mantenerse de pie por sus propios medios, además se le marcaban las costillas, lo que denotaba su mala alimentación y una nutrición deficiente.

Una vez que Elena Larrea logró, junto con la presión ejercida a través de los medios y de las redes sociales, poder sacar de ahí a la yegua y trasladarla a Cuacolandia, donde fue trasladada a un hospital veterinario para realizarle exámenes físicos y de sangre. La sorpresa, el horror y el coraje llegó junto con los resultados debido a que se dieron cuenta que presentaba laceraciones y desgarres en la zona perianal y de la vulva, lo que indicaba una violación sexual.

Al darse cuenta de las conclusiones médicas, Elena Larrea denunció al hombre, de nombre Liberio. El caso terminó en la Fiscalía de Puebla, donde se decidió que el implicado enfrentaría el proceso en libertad, tras pagar una multa por 3 mil pesos, lo que molestó a la activista y solicitó que se cambiara al juez que llevaba el caso.

Tras lograr el cambio de juez, la influencer anunció que Liberio fue vinculado a proceso. Suceso que ella celebró a través de un video en redes sociales.

Retomando el tema de Mila, uno de los mayores temores de Elena Larrea era que no volviera a caminar y tuviera secuelas de por vida debido a las heridas causadas por golpes proporcionados por su dueño anterior (trascendió que tenía marcas por más de 20 impactos en la cabeza), así como la mala nutrición que presentaba; sin embargo, actualmente la yegua puede galopar junto a los otros caballos que se encuentra en Cuacolandia.

Elena Larrea, después de conocer los detalles del caso de Mila, pidió al Congreso de Puebla retomar la iniciativa de penar el acto de zoofilia y declararlo un delito en la entidad. Después de la presión mediática y de redes sociales, logró que se aprobara y entrara en vigor.

De acuerdo con las reformas aprobadas la pena va de un año hasta cuatro años de prisión para quien sea declarado culpable por abuso sexual contra los animales, además de multas de entre 10 mil 857 pesos hasta 43 mil 428 pesos.