Un video que circula en redes sociales muestra el momento en que presuntos sicarios de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa arrastran con un vehículo el cuerpo de un supuesto integrante de Los Salazar, quien hasta hace algunos años eran considerados socio del Cártel del Pacífico.
“Dónde quedan los jxtos (...), pura Chapiza hijos de su pxta madre, dónde quedan Los Salas”, se escucha decir a un hombre que graba el cuerpo de una persona siendo arrastrada por una camioneta en el desierto.
El cadáver, que va bocabajo, con los pantalones a la rodilla y los brazos extendidos, esta amarrado con un laso de las piernas a la camioneta.
En la grabación se alcanza a observar que estas personas llevan armas y transitan por una zona de terracería.
Este hecho se suma al asesinato de ocho personas por sicarios de la facción de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, hechos que fueron dados a conocer esta semana en redes sociales.
En la grabación, donde se interroga y tortura a un hombre por presuntos miembros de Los Chapitos, se observan al menos las cabezas de ocho personas decapitadas, una más tendida en el piso, sin vida.
La persona que aparece siendo interrogada responde que los enviaron de Hermosillo, Sonora, y sus captores le piden que mande un saludo a “sus fans” y que les haga una advertencia: “Así les va a pasar a todos Los Salazar, que andan pidiendo que chambeen y no pagan”.
El mes de octubre del 2024 marcó un punto de inflexión en la relaciones entre Los Salazar y Los Chapitos, aliados claves en la distribución de drogas en Sonora y Chihuahua.
La discordia surgió cuando los comandados por Crispín Salazar Zamorano, alias “El Tío”, desobedecieron una directiva de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, una de las cabezas de Los Chapitos, consistente en cesar la fabricación y circulación de fentanilo ante el asedio de las autoridades de los EEUU a la facción.
Esta orden de no traficar con fentanilo fue comunicada mediante narcomantas desplegadas en Sinaloa la madrugada del 2 de octubre, a la que se sumaron prontamente organizaciones como el Cártel de Tijuana, Los Cazadores, Los Gorilas y Los Pelones, alineando sus operaciones con los deseos de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
No obstante, la aprehensión de Luis Miguel “N”, alias “El Pariente”, un alto operador de Los Salazar en Baja California, por parte de la Policía Municipal de Mexicali el 12 de octubre, mientras realizaba un acto cívico, y el hallazgo de mil 500 pastillas de fentanilo entre sus pertenencias, destapó la continuación de sus actividades pese a la prohibición.
Tras esta violación a la directriz de Los Chapitos, fuentes informaron a The Wall Street Journal que se había emitido una orden de ejecución contra cualquier individuo que ignorase la prohibición, sugiriendo que varios lugartenientes de Los Salazar estaban potencialmente marcados por esta sentencia.
La desobediencia de Los Salazar no solo subraya la compleja dinámica dentro del narcotráfico mexicano, sino también el desafío a la autoridad de Los Chapitos dentro de estas redes criminales.
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