Ésta es la falla geológica en Michoacán que puede afectar gravemente a la CDMX en caso de un sismo

El fenómeno responsable del terremoto de 1912 sigue activo y su proximidad con la capital mexicana preocupa a científicos y autoridades por posibles réplicas

La falla que atraviesa desde Pátzcuaro a Acambay (Edomex) sigue activa. La Cenapred y algunos estudios advierte del posible origen de sismos en zonas que nunca los habían experimentado. (Imagen Ilustrativa Infobae).

El Sistema de Fallas Pátzcuaro-Acambay, que atraviesa Morelia, Queréndaro, Los Azufres, Maravatío y llega hasta Acambay en el Estado de México, tiene aproximadamente 250 fallas potencialmente activas. Esta característica pone a Michoacán entre los estados con mayor riesgo sísmico en México, sugiriendo una posible afectación a Ciudad de México (CDMX) ante un potencial terremoto.

Los especialistas señalan que estas fallas tienen sus orígenes en movimientos sísmicos previos, los cuales han dejado marcas visibles en la tierra, como acantilados y escalones descritos como escarpes de falla. Dichas formaciones geológicas muestran evidencias respecto a que la zona se encuentra activa y bajo constantes tensiones tectónicas. Además, se ha mencionado la probabilidad de que algunas fallas estén ocultas bajo capas de sedimentos y restos volcánicos.

Debido a lo anterior, existe una posibilidad de experimentar terremotos en áreas donde no se ha registrado actividad sísmica previa. Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) destacan la importancia del monitoreo continuo de sismos para mejor identificar y prevenir riesgos en la región.

La explicación sobre el origen de esta falla, de acuerdo con el Cenapred

El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) resalta que la falla de Acambay, con una longitud de 38 kilómetros y un escarpe que supera los 400 metros de altura, fue responsable del devastador terremoto de 1912, con una magnitud de 6.9 que afectó a varias comunidades y dejó un saldo de 149 víctimas. Dada su proximidad a Ciudad de México (CDMX), ubicada a tan solo 90 km, eventos sísmicos de similar magnitud generan preocupación a causa del corto tiempo de llegada de ondas sísmicas a la capital, lo cual podría resultar en efectos catastróficos.

La falla de Pátzcuaro-Acambay sigue activa y podría causar sismos en la CDMX debido a su cercanía. (DASSAEV TÉLLEZ ADAME/CUARTOSCURO.COM).

Respecto a la región central de México, expertos señalan la urgencia de realizar evaluaciones de amenaza sísmica y mejorar los estudios de vulnerabilidad ante terremotos con magnitudes que oscilan entre 5.5 y 7.0 en la escala de Richter. Estos sismos tienen el potencial de afectar áreas extensas, comprendidas entre mil y cinco mil kilómetros cuadrados, zonas densamente pobladas que incluyen múltiples ciudades. La preocupación radica en la actividad del PAFS (Sistema de Falla Activa), identificado como una fuente probable de futuros eventos sísmicos que podrían desencadenar consecuencias significativas en términos de seguridad y bienestar social, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Natural Hazards and Earth System Science.