Equinoccio de Primavera 2024 en Chichén Itzá: INAH prohíbe ceremonias en la zona arqueológica

El aforo máximo a la zona arqueológica será de 15 mil personas por día

También se establecerá un aforo máximo de 15 mil personas por día y no se realizará el evento audiolumínico “Noches de Kukulcán”. REUTERS/Lorenzo Hernandez

Este año no se permitirá realizar ceremonias de ningún tipo ni el acceso con equipo fotográfico y de video filmación profesional a la zona arqueológica de Chichén Itzá durante el Equinoccio de Primavera.

Así lo informó la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en un comunicado y precisó que el acceso no estará permitido sin autorización expresa de la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos del citado Instituto.

La medida forma parte del Operativo Equinoccio Primavera 2024 que realizará durante los días 19, 20 y 21 de marzo con el objetivo de garantizar la conservación, respeto y disfrute del patrimonio arqueológico; así como la seguridad y la integridad física de los turistas y trabajadores del lugar.

Dentro de las medidas, también se establecerá un aforo máximo de 15 mil personas por día y no se realizará el evento audiolumínico “Noches de Kukulcán” ni las visitas al Gran Museo de Chichén Itzá, que reabrirá al público el viernes 22 de marzo.

Para procurar una jornada de orden se contará con la presencia de la Guardia Nacional y policía estatal. [Foto: Mauricio Marat/INAH]

Además, para procurar una jornada de orden se contará con la presencia de la Guardia Nacional, policía estatal, Fiscalía del estado, Instituto Nacional de Migración, Cruz Roja y Protección Civil, así como el apoyo de estudiantes de la Universidad Benito Juárez.

A saber de la dependencia, durante esos días una gran cantidad de personas arriban al sitio maya para observar el efecto de luz y sombra que delinea el cuerpo de una serpiente en el costado norte del Castillo o pirámide de Kukulkán, en los días cercanos al equinoccio.

Ante ello, recomendó considerar la visita a otras zonas arqueológicas en Yucatán, como Izamal, Ek’Balam, Uxmal y Kabah, con horario de 8:00 a 16:00 horas.

¿Cómo será el acceso a la zona arqueológica?

El acceso a Chichén Itzá se realizará a partir de las 08:00 horas. Foto: Cuartoscuro

El acceso a Chichén Itzá se realizará a partir de las 08:00 horas y el cierre de taquillas y accesos está programado a las 16:00 horas. Mientras que el desalojo de la zona arqueológica será a las 17:30 horas.

La dependencia además recordó que el costo del boleto es de 95 pesos, más las cuotas adicionales establecidas por el gobierno del estado, y podrá adquirirse en la taquilla y en los módulos electrónicos del sitio.

Operativo Equinoccio 2024 se aplicará en otras zonas arqueológicas

En un segundo comunicado, el INAH mencionó que dicho operativo también se pondrá en marcha en la zona arqueológica de Teotihuacán, Calixtlahuaca, Malinalco, San Andrés Cholula. En estos lugares se aplicará entre el 20 y 21 de marzo hasta el 24 del mismo mes.

Mientras que en las zonas arqueológicas bajo resguardo y custodia del Centro INAH Morelos el operativo se llevará a cabo del 20 al 24 de marzo. Es el caso de Xochicalco, Tepozteco, Chalcatzingo, Las Pilas, Yautepec, Coatetelco y Teopanzolco.

Este año el equinoccio de primavera ocurrirá el 19 de marzo a las 21:04 horas del centro de México. FOTO: MARTIN ZETINA/CUARTOSCURO.COM

¿Qué es y cuándo entra el equinoccio?

Este año el equinoccio de primavera ocurrirá el 19 de marzo a las 21:04 horas del centro de México, pero en qué consiste.

Con la llegada de esta fecha, el día y la noche tienen la misma duración debido a la posición específica del eje terrestre en relación al sol. Y marca en el hemisferio norte el inicio de la primavera, mientras que en el hemisferio sur la llegada del otoño.

Durante este fenómeno el sol cruza el Ecuador celeste y al alinearse directamente con la Tierra, resulta en un incremento de horas de luz solar ya que los días se van haciendo más largos y las noches más cortas.

Es así que en esos días las personas acuden a zonas arqueológicas a recibir el fenómeno astronómico y a “cargarse de energía”, aunque no hay evidencia científica que avale ese supuesto.

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