Quiénes no pueden tomar espirulina

A pesar de sus grandes beneficios no todas las personas son candidatas para tomar este llamado “superalimento”

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Esta cianobacteria aporta un gran
Esta cianobacteria aporta un gran número de beneficios a la salud (Imagen ilustrativa Infobae)

La espirulina, una cianobacteria a menudo confundida con una alga por su aspecto, se ha hecho popular en la actualidad por sus beneficios para la salud. Históricamente, este microorganismo ya era consumido desde la época prehispánica, pero es en la actualidad cuando su valor nutricional ha cobrado mayor reconocimiento.

Su riqueza nutricional ha capturado hasta la atención de agencias espaciales como la NASA, que ha explorado su utilidad para ser cultivada en Marte en futuras misiones de colonización del planeta.

Sin embargo, a pesar de que sus beneficios son altamente conocidos, lo cierto es que no todas las personas pueden gozar de ellas, ya que existen quienes pueden tener condiciones de salud que contraindiquen su ingesta. Es por eso aquí te decimos cuáles son algunas de las situaciones en las que una persona podría no ser candidata a consumir este suplemento, de acuerdo con información de una publicación de la revista científica Journal of Medicinal Food

Algunos de los compuestos de
Algunos de los compuestos de la espirulina pueden no ser bien tolerados por algunos organismos (Imagen ilustrativa Infobae)

Quiénes no deberían consumir espirulina

-Personas con trastornos de coagulación: la espirulina puede incrementar el riesgo de sangrado en personas propensas a ello o con padecimientos de este estilo.

-Personas con fenilcetonuria: la espirulina contiene fenilalanina, un aminoácido cuyas personas con esta enfermedad no pueden procesar.

-Personas que padezcan gota: quienes lo sufren también pueden llegar a tener problemas para metabolizar algunos compuestos presentes en la espirulina por lo que deben evitarla.

-Personas con padecimientos del hígado o piedras en los riñones: debido a su gran contenido de minerales, personas con problemas en este órgano pueden llegar a tener problemas para metabolizarlo, por lo que ellos no serían candidatos para consumir espirulina.

Los riñones dañados pueden tener
Los riñones dañados pueden tener problemas para filtrar los minerales presentes en la espirulina (Imagen Ilustrativa Infobae)

-Personas con hipertiroidismo e hipotiroidismo: la espirulina aporta yodo a la dieta por lo que puede influir en la glándula tiroides en quienes tienen estos padecimientos, afectando su función.

-Personas con patologías autoinmunes: en quienes padecen alguna enfermedad de este tipo, la espirulina puede estimular la aparición de brotes o activación de la enfermedad. No en todos los casos puede suceder por lo que si padeces alguna estas patologías, se recomienda consultar con tu médico de cabecera si eres apto para consumirla. Algunas de estas pueden ser: lupus, artritis, esclerosis.

-Niños: a pesar de sus beneficios, el consumo de este suplemento podría no ser del todo seguro en niños pequeños. Algunos recomiendan su uso a partir de los 12 años; sin embargo, es preferible consultar con su pediatra antes de administrarle este tipo de alimentos.

Embarazadas y mujeres lactantes: Este caso puede ser un poco particular, ya que, en realidad, la espirulina en el embarazo es realmente saludable, pues aporta una gran cantidad de hierro y previene la anemia durante esta etapa.

Así lo demostró un estudio de la Revista Habanera de Ciencias Médicas, donde se le dio espirulina a una embarazada que carecía de ciertos nutrientes con buenos resultados.

En este sentido, la advertencia de no consumirlo suele ser debido a que, sino se consume una espirulina orgánica 100% y proveniente de cultivos saludables, se corre el riesgo de que esté contaminada con metales pesados. Es por ello que muchos médicos prefieren no correr el riesgo y prohibirla en estas etapas.

Los metales pesados presentes en
Los metales pesados presentes en algunos cultivos pueden dañar la salud del bebé (Imagen Ilustrativa Infobae)

Personas con alergias: si bien no tienen una contraindicación como tal, las personas que tienden a padecer alergias pueden ser susceptibles a su consumo por lo que se recomienda que si desean probar con la espirulina comiencen con una dosis baja y observen si no causa alguna reacción.

Beneficios del consumo de espirulina

La espirulina es reconocida por su alto contenido de proteínas, llegando a constituir hasta un 65% de su composición, y está enriquecida con ácidos grasos esenciales, poliinsaturados y una variada gama de minerales como potasio, calcio, magnesio, zinc, hierro, fósforo y selenio.

Este suplemento dietético destaca además por ser una fuente de vitamina E y vitaminas del complejo B, aunque cabe mencionar su falta de vitamina B12.

Ofrece propiedades antioxidantes y ayuda a reducir los niveles de colesterol, asimismo, su capacidad de fácil absorción lo hace adecuado incluso para quienes tienen problemas de absorción intestinal.

La ingesta de espirulina es beneficiosa en la reducción de la fatiga, tanto mental como física, debido a su contenido en minerales, vitaminas y oligoelementos. Facilita la eliminación de toxinas, soportando la función del hígado y los riñones. Por su alto nivel de hierro, es recomendable para personas con anemia o para quienes desean manejar su peso.

Para quienes si pueden tomarla
Para quienes si pueden tomarla la espirulina puede tener muchos beneficios para la salud (Imagen ilustrativa Infobae)

Asimismo, es un complemento nutricional valioso para deportistas, ya que incrementa la resistencia y mejora el rendimiento en actividades físicas, alivia los calambres y ayuda en la recuperación muscular post-entrenamiento. Si deseas saber cuál es la mejor hora y manera de consumirla puedes consultar la información aquí.

Por último cabe mencionar, que se debe comenzar su consumo poco a poco pues puede ser difícil de procesar por el organismo al inicio, debido a su elevado número de nutrientes, en este caso, algunos síntomas que pueden llegar a presentarse son:

  • Sed y estreñimiento
  • Fiebre
  • Ligero mareo
  • Dolor de estómago
  • Picazón o erupción en la piel
  • Dolores de cabeza

Si presentan alguno de ellos, suspende el uso y consulta con un médico sobre una dosis adecuada para iniciar con su consumo o si tienes alguna contraindicación.

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