México es un país amante de las botanas, esos bocadillos entre comidas que no forman parte de la dieta diaria de las personas, pero que, sin duda, mitigan el hambre y complacen al paladar. Las botanas se pueden preparar en casa o se venden en las calles.
Por supuesto, botanear es una muestra más de los diversa que es la gastronomía mexicana y lo importante que es para nuestro país. Tipos de botanas hay muchas, desde las saladas hasta las dulces, de las más convencionales hasta las más raras, como el “caldo de oso”, un tradicional platillo típico de Guanajuato, que es extraño, pero delicioso.
Otra botana que cumple con las características del caldo de oso es el “chito”, una rareza que, aunque no tiene la misma popularidad que otros bocadillos, se puede encontrar en los puestos que venden botanas por las calles de la Ciudad de México. Aquí te contamos todo sobre este alimento cuyo principal ingrediente es la carne de burro.
El “chito” está hecho con carne de burro y caballo
El “chito” no es la botana más famosa, pero con suerte se puede encontrar en algunas canastas de vendedores ambulantes que se ponen en el Bosque de Chapultepec. Este alimento tan extraño está hecho principalmente con carne de burro o de caballo (de las piernas o de sus cajas torácicas).
Se sirve en una bolsita de plástico como si se tratara de una fritura y también se acompaña con salsa picante, chile piquín y bastante limón. A pesar de que es un alimento muy raro, es delicioso y forma parte de la gastronomía típica de la capital de México.
Su textura es crujiente, pues se trata de carne seca con sal. Se trata de un procedimiento tradicional y artesanal que representa la cultura de los mexicanos. El proceso es muy parecido al que experimenta la carne que conocemos como cecina.
Esta botana es una prueba más de lo diversa y original que es nuestra cocina nacional, además de su importante valor cultural y tradicional. Las botanas mexicanas son un eslabón más de la gastronomía de nuestro país que ha sido valorada en otras partes del mundo.
De hecho, la comida mexicana es considerada patrimonio de la humanidad por la UNESCO desde hace muchos años, no sólo por el delicioso sabor que la caracteriza, sino también por la importante carga cultural e histórica que posee. Nuestros sabores, que han encantado a todo el mundo, son el resultado del sincretismo de dos culturas; sin embargo, los sabores prehispánicos que dominaron los paladares de los antiguos mexicanos siguen presentes en la mayoría de los platillos.
¿Es saludable comer “chito”?
Contrario a lo que piensa mucha gente, consumir carne seca de caballo o de burro es completamente seguro. El procedimiento de secado permite que sea poco probable que se instalen microorganismos en la carne, debido a la la falta de agua.
La carne de burro no es un alimento comúnmente consumido ni ampliamente disponible en la mayoría de las dietas alrededor del mundo; sin embargo, al igual que otras carnes, la carne de burro proporcionaría proteínas, esenciales para la construcción y reparación de tejidos en el cuerpo, así como para la producción de enzimas y hormonas.
También podría contener ciertas cantidades de vitaminas del grupo B, especialmente B12, importante para la salud del sistema nervioso y la formación de sangre, y minerales como hierro, necesario para la formación de hemoglobina, y zinc, importante para el sistema inmunitario. Como todo, esta botana debe consumirse con moderación y dentro del marco de una dieta balanceada y saludable.