Ucraniana en México exhibe comentarios que recibe en la calle: “Me llaman gringa”

La curiosidad por conocer hasta los más pequeños detalles de cómo son las culturas y sociedades de otros países se encuentra a tope en México, al parecer gracias a dos cosas que están ocurriendo, la masificación de las redes sociales que permite publicar un video y que se reproduzca en cualquier parte del mundo y particularmente en nuestra nación pasa la migración de extranjeros en busca del llamado “sueño mexicano”.

Se difunden fiestas, tradiciones, bailes, estilos de vida como la nocturna en el caso de un hombre mexicano que compartió la forma en que las mujeres rusas pasan la madrugada bailando en diferentes antros y bares, también la forma en que llegan a consumir alimentos y los tipos de comidas que tienen.

Pero esto no es todo, sino que también comparten la forma en que al llegar al nuevo país, dejando atrás todo lo que se conoce, tienen esos “choques culturales” pues no logran identificarse con todos los aspectos sociales del lugar al que llegan. Pero entre todo ello también está la forma en que se relacionan, cotidianamente, con las personas que habitan el lugar a donde llegaron.

Y fue así como una mujer ucraniana, que asegura vivir en México, contó los comentarios que ha llegado a recibir durante su estancia en nuestro país, hechos por personas que habitan áreas muy cercanas a la suya, por lo tanto forman parte de la cotidianeidad mencionada anteriormente.

La primera frase que le han dicho tiene relación con la confusión de orígenes, pues la mujer europea cuenta que la han llamado “gringa” (apodo que le dan a las estadounidenses), a lo que ella respondió lo siguiente: “No todas las güeras son gringas”.

Sin embargo, ella dijo que al momento en que se enteran que proviene de Ucrania entonces le piden, de forma muy seguida, si tiene una familiar (como primas o hermanas) para que “se las presenten” y así probar “suerte en el amor con ellas”.

Algunos comentarios más tienen relación con la forma en que habla el español pues le señalan que tiene un “acento fuerte”, pero ella cree que lo está hablando “a la perfección”.

El siguiente punto no tiene relación con comentarios que le hayan dicho, pero sí con acciones que tuvo que afrontar pues aseguró que en múltiples ocasiones han querido venderle artículos de diversa índole con un precio más elevado al establecido por el simple hecho de darse cuenta que era extranjera.

No obstante, a pesar de lo que podemos considerar como críticas o algunas palabras incómodas, ella concluyó diciendo que los mexicanos la recibieron de buena forma y le gustó mucho la calidez de la sociedad de nuestro país.

Entre las cosas que la mujer ucraniana resaltó de vivir en México también compartió algunos aspectos que le gustaron de nuestra sociedad y que la sorprendieron. El primero de ellos era la comida mexicana pues tiene diversos matices, sabores y olores.

Otro detalle que le causó impresión fue que, a pesar de venir de un país del oriente de Europa, que comparte frontera con Rusia, ha pasado más frío en México que en su nación natal.

Finalmente reveló que su nombre, la mayoría de las veces, siempre lo escriben erróneamente.