Los pistaches son una de las semillas que más beneficios aportan al cuerpo humano por los nutrientes que contienen, pero su consumo puede limitarse debido a que en ocasiones su precio llega a ser elevado.
Y es que al igual que otros frutos secos, 250 gramos de pistaches puede superar los 100 pesos, dependiendo el lugar de compra.
Por ejemplo, durante una revisión en internet se conoció que en una dulcería con presencia física en la Ciudad de México, una bolsa de pistache crudo pelado de 250 gramos cuesta alrededor de 267 pesos.
Mientras que en cadenas de supermercado el precio de un paquete de 227 gramos de pistaches tostados con sal oscila en 107 pesos o 907 gramos de pistaches tostados con sal de mar llega a encontrarse a 187 pesos.
El costo del producto también puede variar en mercados locales, lugar donde la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha recomendado consumirlos debido a que pueden conseguirse sin sales añadidas, lo que hace que conserven todos sus beneficios.
¿Por qué es bueno comer pistaches?
Pese a su precio, los pistaches cuentan con grandes propiedades nutricionales, ya que cada 100 gramos de su consumo aportan 600 calorías, 51 gramos de grasa, 17 gramos de proteínas y 15 gramos de carbohidratos, aproximadamente.
Lo anterior con base en información de El poder del consumidor, de la Profeco, que también los considera como una buena fuente de proteína de origen vegetal.
Dentro de su contenido nutrimental, las semillas destacan por sus grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, como Omega-3 y sus bajos niveles de grasas saturadas, lo que ayuda a que se mantenga un nivel de colesterol bajo y se prevengan enfermedades cardiovasculares.
Su aporte de vitamina E y A también ayudan a tener una buena visión, así como a mantener una piel elástica y saludable.
Son fuente de minerales como fósforo y potasio que contribuyen a mejorar la salud mental. Además, dentro de su composición nutricional, también cuenta con magnesio, hierro, calcio, zinc y selenio. Este último ayuda a la salud sexual del hombre, al mejorar la producción de espermatozoides.
Por si fuera poco, de acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN), una ración de pistaches cubre el 15 por ciento de las ingestas diarias recomendadas de fósforo, que contribuye al mantenimiento de los huesos en condiciones normales.
Mientras que la vitamina E contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.
¿Cómo consumir la semilla y obtener todos sus aportes nutrimentales?
La Profeco sugirió consumirlos en su forma natural como botana o colación, ya que aquellos que se encuentran empaquetados contienen altas cantidades de sodio añadido.
Además, gracias a sus beneficios, recomendó consumirlos tras realizar actividades que requieran un desgaste energético como las caminatas largas.
O también a través de guisados, ensaladas, postres, salsas o aderezos. Mientras que la cáscara aprovecharla para fabricar collares o artesanías.
Cabe señalar que los pistaches son una semilla originaria de Irán (el país con mayor producción), Pakistán, Afganistán, Siria y Turquía, pero actualmente es cultivado en diferentes lugares del mundo.
Su cultivo se originó en España durante la época romana, pero desapareció en la Edad Media con los musulmanes, Posteriormente, en 1980 la reintroducción comercial del cultivo se produjo.
La semilla proviene del árbol Pistacia vera, el cual puede medir hasta 10 metros de altura y crece en climas desérticos por lo que tarda entre siete a 10 años para dar el fruto.
Su parte comestible es la semilla, la cual se recolecta en el momento en que la cubierta exterior que cubre la cáscara se desprende con facilidad, indicó la FEN.