Derivado de la detención de Osiel Cárdenas Guillén, ‘El Mata Amigos’, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera y Vicente Carrillo Fuentes, intentaron tomar el control de Nuevo Laredo y apoderarse de la frontera tamaulipeca, sin embargo, no se esperaban que ya tenían sucesores que tomarían las riendas.
Se trataba de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, ‘El Cos’, y Gregorio Sauceda, ‘El Caramuela’, quienes heredaron el poder de ‘El Mata amigos’, mientras daba órdenes desde prisión, hasta que en 2007 fue extraditado a Estados Unidos.
Fue durante el 2003, cuando comenzó una sangrienta guerra en Tamaulipas, entre ‘La Federación’, la unión entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Juárez, quienes intentaban desplazar al Cártel del Golfo, quienes pudieron hacerles frente de la mano de brazo armado, Los Zetas.
“Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera y Vicente Carrillo Fuentes, fueron los capos sinaloenses que buscaron quedarse con esta infraestructura, y hacer desaparecer de la escena local a Jorge Eduardo Costilla Sánchez, ‘El Cos’, y Gregorio Sauceda, ‘El Caramuela’, los herederos que compartían el poder que tenía Cárdenas Guillén, quien dictaba órdenes desde la prisión, los brazos armados de los capos, fueron los que se presentaron el primero de agosto, uno de estos equipos de sicarios identificados como Los Zetas, están integrados por Jesús Enrique Rejón, ‘El Mamito’, Heriberto Lazcano, ‘El Lazca’, Luis Alberto Guerrero, Óscar Guerrero Silva, ‘El Winnie Pooh’, entre otros militares desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano (GAFE)”, se lee en el libro ‘Bienvenido a Sinaloa’, de Diego Enrique Osorno.
Cabe mencionar que dicha organización estaba conformada por militares desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano, siendo su fundador Arturo Guzmán Decena, quien para esas fechas ya había sido abatido, por lo que los miembros en activo eran Jesús Enrique Rejón, ‘El Mamito’, Heriberto Lazcano, ‘El Lazca’, Luis Alberto Guerrero, Óscar Guerrero Silva, ‘El Winnie Pooh’, entre otros.
Arturo Beltrán Leyva, uno de los socios del Cártel de Sinaloa era uno de los interesados de apoderarse de Tamaulipas, por lo que había reclutado a un joven proveniente de Texas, a quien más adelante lo conocerían como Édgar Valdez Villarreal, ‘La Barbie’.
La guerra solo duró hasta 2004, luego del asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes, ‘El Niño de Oro’, cuando se encontraba en un cine.
“Arturo Beltrán Leyva, emprendió la conquista de la plaza, luego de la detención de Osiel Cárdenas Guillén, afectada por el Ejército Mexicano el 15 de marzo de ese año”, se lee en el libro ‘Bienvenido a Sinaloa’.