En días recientes, autoridades de Tlaxcala alertaron a la población y al personal médico por un incremento en casos del síndrome de Guillain-Barré, mismo que acumula 18 en la entidad en lo que va del año, por lo que se pidió extremar precauciones y medidas de capacitación a las autoridades de salud para identificar la enfermedad lo antes posible.
Ante el riesgo que tiene la población de Tlaxcala, pues el síndrome puede llegar a ser mortal, autoridades implementaron, desde el pasado 5 de marzo, una alerta epidemiológica, pues de los 18 casos identificados, ocho fueron confirmados y los demás están en análisis a espera de que se sumen más en los próximos días.
Los municipios que presentan más casos de Tlaxcala son: Tlaxcala capital, con tres casos y Calpulalpan, con dos. Se tiene reporte de que los casos que se han encontrado son de personas de entre 4 y 64 años, por lo que no hay un sector específico de la población.
Las autoridades de salud piden que se investigue si las personas que están contagiadas tienen antecedentes de infección gastrointestinal o respiratoria, o si fueron vacunados contra COVID e Influenza recientemente.
Se pide investigar, también, si las personas anteriormente comieron carne y su posible sitio de compra o consumo. Y es que uno de los síntomas del Guillain-Barré es la infección estomacal. Así lo cuenta Yolanda Bravo Saldaña, una mujer radicada en Coyoacán, en la Ciudad de México, que padeció la enfermedad hace unos años, y que actualmente sigue padeciendo de secuelas.
En entrevista con Infobae México, Yolanda comparte que ella llevaba una vida muy normal. Bravo es licenciada en Letras y tiene una maestría en Historia del Arte, ambas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Antes de contraer la enfermedad, Yolanda daba clases en la Universidad Iberoamericana, institución educativa en la que laboró por 14 años.
“Tenía yo desde el 2007, daba clases en el área de arquitectura, porque yo dentro de la Maestría en Historia del Arte me dediqué a Historia de la Arquitectura, entonces daba arquitectura en la antigüedad, el renacimiento, barroco, etcétera. También escribía en muchas revistas de arquitectura, de difusión, en Líderes Mexicanos, en muchas revistas, y también hacía investigaciones, hago, estoy empezando a tratar de trabajar de nuevo, que me invitan amigos editores, investigadores en el ramo de la arquitectura, la construcción o cualquier cosa de Historia del Arte o de difusión, finalmente el historiador del arte primero que nada es un historiador”.
Además de esto, acostumbraba practicar natación unas tres veces a la semana, acostumbraba viajar y llevaba una vida normal, desde sus propias palabras.
“Yo soy soltera. Mi pareja murió hace años y mis papás fallecieron. Entonces llevaba una vida, pues con amigos. Yéndome a San Luis Potosí, que tengo muchos amigos, esa era mi vida común. También tenía un trabajo de adaptación de libros para chavitos, entonces me dedicaba mucho a lo que es mi oficio, que son las Letras y la Historia del Arte y la Historia en general”, cuenta la mujer.
Sin embargo, su vida cambió en el año 2021, cuando la enfermedad llegó a ella. Cuenta que el Guillain-Barré puede tener ciertos síntomas que pueden parecer alguna otra cosa, como una infección estomacal. Señala que a ella le pusieron la vacuna Cansino contra el COVID-19, por el tema de ser profesora, y como a las tres semanas le dio la infección en el estómago, por lo que fue a ver al gastroenterólogo, ya que ella tiene síndrome de colon irritable. El médico le dijo que solamente tenía el colon irritado.
¿Cómo detectó la enfermedad?
“El 12 de julio de 2021 yo me levanté normal, ese día yo iba a ir a la alberca, tenía también pensado pasar a la biblioteca a la Ibero, iba a pasar a renovar mi seguro, porque ese día se vencía mi seguro de gastos médicos mayores, curiosamente, y tenían una entrevista con una persona de Líderes Mexicanos”.
Cuenta que al empezar con dicha entrevista, notó que la lengua se le “resbalaba”, y no se le entendía lo que decía. La persona con la que charlaba también empezó a dejar de entender lo que le decía, por lo que de inmediato pensó que sucedía algo.
Por ello paró la entrevista y se fue al hospital, pues pensaba que le pasaba algo en el cerebro. “Las piernas me empezaban a debilitar; en ese entonces yo vivía por el Desierto de los Leones, tenía que subir unas escaleras inmensas, tomé la decisión de no llevarme el coche porque como que dije: me voy a llevar el coche, se va a quedar estacionado ahí y la pagada del estacionamiento, total, que me fui en un Uber, llegué al hospital, en el hospital ya casi no podía estar parada, o sea, me temblaban las piernas de una manera horrible, de cansancio, de debilidad, me metieron, me revisaron; al principio no sabían qué era y me dijeron: no, lo que usted tiene es cansancio”, cuenta Yolanda.
Antes de irse, pasó al sanitario del lugar, pero ahí también le sucedió algo: no se podía levantar del WC. Además, ya casi no podía hablar, escupía muchas flemas, y el cuerpo se le empezaba a paralizar.
Tras esto, llegó una neuróloga que le dijo que lo que estaba teniendo era una parálisis flácida que es muy común en el Guillain-Barré.
Esa fue la primera vez que escuchó el nombre de la enfermedad. La llevaron a terapia intensiva, la intubaron, le hicieron varios estudios y un par de días después le confirmaron que tenía la enfermedad.
Yolanda Bravo ingresó al hospital por el Guillain-Barré el 12 de julio de 2021 y salió siete meses y 10 días después del Hospital. Los doctores le dijeron que estuvo a punto de morir. “Por lo general te mueres de un paro respiratorio”, señala. El Guillain-Barré tiene distintos niveles de gravedad. A ella le dio el nivel 5. El nivel 6, uno después del que tuvo, provoca la muerte.
El médico que la atendió le explicó qué era el Guillain-Barré y cómo afecta a las personas. “Es una enfermedad del sistema autoinmune, lo que pasa es que el sistema detecta a una bacteria como un virus, y lo que hace es agarrar una especie como de granada y aventarla para matar al intruso. Pero, al aventar esta bomba para matar al intruso, destroza un chorro de cosas, entonces, lo que hace el Guillain-Barré es que destroza la mielina del sistema nervioso periférico. La mielina es, como en un cable cualquiera, el recubrimiento plástico que tienen, entonces la mielina se pierde, por eso se queda uno en parálisis, porque no puedes moverte para nada, se pierde la comunicación entre el cerebro y las demás partes del cuerpo, yo en el hospital no podía mover nada, lo único que podía mover era la cabeza; cuando salí del hospital todavía salí con parálisis, me tuvieron que bañar en mi casa, y pues todas mis funciones, como limpiarme para ir al baño, usaba yo pañal, comer, en el hospital me dieron terapia de deglución, terapia respiratoria, un montón de terapias para regresar a poder respirar bien, a poder comer bien, porque finalmente te ataca todo”.
Hace ya dos años que Yolanda salió del hospital. Actualmente ya puede caminar por su propia cuenta, aunque muy despacio y ha tratado de estar menos días con cuidadores por el gasto que implica, pero aún no puede andar sola en la calle, pues se ha caído y le es imposible levantarse del suelo.
A pesar de ello, ha podido manejar su auto. Las manos, cuenta, son las extremidades más afectadas, pues señala que hay muchos nervios en ellas, por lo que no puede cerrarlas bien. “Va a ser lo más difícil en recuperarse, y no sabemos hasta qué momento se puede hablar en qué nivel de recuperación quedé y qué secuelas quedaron”.
Para poder saber qué nivel de daño que causó la destrucción de la mielina, van a pasar muchos años, y está consciente de ello. Menciona que está en algunos grupos en redes sociales de sobrevivientes del Guillain-Barré, y ha visto casos de personas que después de 15 o 20 años de haber padecido la enfermedad, siguen con secuelas.
Otros síntomas que pueden tener las personas con la enfermedad, y que ella no tuvo, es el adormecimiento y el hormigueo de brazos y piernas. “No son síntomas que podemos decir: esto es algo muy especial, finalmente todos hemos tenido una diarrea y una infección estomacal, entonces, pues yo que iba a imaginar en ese momento qué podía ser”.
Por su experiencia, recomienda que si una persona tiene diarrea, adormecimiento de manos, fiebre, o debilidad en las piernas, hay que tener presente la palabra Guillain-Barré, y no tomarlo a la ligera. “Si a mí si el doctor o si hubiera sabido una semana antes qué era, me hubieran dado un tratamiento que es el que le dan a todos, qué es inmunoglobulina, y a lo mejor no hubiera sido tan grave mi Guillain-Barré, entre más rápido te traten, es menos la la repercusión que tiene”, apunta.
Su vida cambió por completo
La enfermedad le cambió la vida por completo a Yolanda. Recuerda que cuando le detectaron la enfermedad estaba a dos semanas de iniciar semestre en la Ibero. “Como yo estaba de outsourcing, no tenía plaza en la Ibero, pues me aguantaron un semestre. Me dijeron: aquí te guardamos tu clase un semestre, pero pues pasó el semestre y yo seguía en el hospital, y me dijeron los de la Ibero: lo siento, pero ya lo tenemos que dar las clases a otra persona, entonces perdí mi clase de 14 años, perdí todo.
“Ahorita ya medio puedo agarrar mi celular, escribir en la computadora, etcétera, pero pues no pude hacer nada, o sea, te cambia la vida. Imagínate que no te puedes bañar, que te tengan que bañar, que te tenga que limpiar las partes nobles para cuando vas al baño, que no puedas subir o bajar escaleras por tu cuenta, que no puedas comer por tu cuenta, lavarte los dientes por tu cuenta, te cambia al 100%”.
Explica que a ella el Guillain-Barré la agarró prácticamente sola, sin familia, y es una enfermedad que gracias a sus amigos y sus donaciones ha podido sacar adelante, pues forzosamente se necesita un cuidador.
“Ninguna aseguradora te da más de un mes de cuidador para Guillain-Barré, entonces, yo solo tuve un mes de enfermeros pagados por la aseguradora, y lo demás lo he tenido que solventar yo en estos dos años, entonces, te cambia de una manera brutal la vida, te vuelves una persona totalmente dependiente de la gente, y conforme va pasando el tiempo vas agarrando un poco más de independencia, pero, hasta el momento, yo no puedo salir sola a la calle porque me puedo caer”.
Vacuna contra el COVID pudo provocarle la enfermedad
Yolanda declara que los doctores le explicaron que la enfermedad no se contagia de persona a persona, y las causas pueden ser varias: comer pollo en mal estado, que te pique un mosquito del Zika o, incluso, las vacunas del COVID-19 y la influenza.
En su caso, le dijeron que hay altas probabilidades de que la vacuna contra el COVID haya detonado la enfermedad, “porque finalmente, ¿De qué están hechas las vacunas? De virus y de bacterias”.
Recomienda cuidar no comer alimentos que no estén bien procesados. “Pollo bien cocinado, productos cárnicos bien cocinados, es recomendable, y pues para la gente que vive en lugares donde vive el mosquito ¿Pues cómo le hacen? ¿Cómo te cuidas de un mosquito? Entonces es complejo. Por eso yo les digo que como es muy difícil el tema de cuidarte de que te dé, yo más bien digo que si tienes algún síntoma de volada irte al hospital y si el doctor no te lo menciona, tu sí mencionarlo para que te hagan una prueba, para que te salga si tienes el Guillain; entre más rápido te lo detecten y te den el tratamiento, menor es el daño”.
Solicita ayuda
Yolanda cuenta con una página en la red social Facebook llamada SOSYola, en la que solicita apoyo económico a las personas para poder continuar con su rehabilitación y cubrir todos sus gastos.
Esta ayuda la pueden realizar donando a su campaña de Donadora que es la siguiente: https://donadora.org/campanas/recuperacion-tras-guillain-barre.
Además, en su página de Facebook también pide que si alguien tiene algún trabajo que sea de Home Office, relacionado con su profesión, se lo hagan saber. Esto porque, por obvias razones, no se puede trasladar de un lado a otro y necesita trabajo.
Yolanda cuenta que gracias a su campaña, le ha llegado dinero de otras partes del mundo, como España o Inglaterra. “Creo que algo que creo que es urgente, es tener, al menos ahorita hablo por México, una cultura de la de la empatía hacia las personas, ponerse en el zapato a los demás porque a mí sí me llama la atención que a una persona que le mandé la campaña y me dijo: sabes qué, yo ni conozco la enfermedad, no creo que sea tan grave. Entonces al no conocer, piensan que es algo que no existe”.
Cuenta que con el reciente brote de Guillain-Barré en Tlaxcala, vio en redes sociales comentarios donde se aseguraba que en realidad se trataba de otra forma de manipulación del Gobierno, algo que es falso.
“Esto no es una manipulación, y si el Gobierno de Tlaxcala hizo eso, es porque sí hay un brote, y lo que está diciendo el Gobierno, lo que yo entiendo, es cuídense de los productos cárnicos y cualquier síntoma, acudan al médico, yo creo que eso no es ninguna manipulación de nadie”.
Concluye la charla cuestionando que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha dicho algo muy concreto y claro en relación a Guillain-Barré y las vacunas. Eso, explica, le molesta, pues hasta el momento no hay una autoridad que reconozca de dónde, una enfermedad que se consideraba rara, ahora se convirtió en una enfermedad que crece.
También recalca que cuando estaba en el hospital pensaba varias cosas, entre ellas, demandar al Gobierno por la situación, pero los médicos le dijeron que el problema era que, en el caso de las vacunas contra el COVID, desde que las hicieron y las pusieron ellos sabían que eran experimentales, pues una vacuna tarda años en poderse reconocer para usarse en seres humanos, en el caso de la vacuna contra el COVID eso no sucedió. “Ha habido otras enfermedades, no solo el Guillain-Barré, muy graves, que han salido a raíz de la vacuna, y eso tampoco se menciona, y la gente piensa que uno está diciendo una mentira. Hay mucha desinformación”, concluye.
¿Qué es el Guillain-Barré?
Según el sitio oficial de Salud del Gobierno de México, el Guillain-Barré es una enfermedad en la que el propio sistema inmune ataca al sistema nervioso, provocando la inflamación de los nervios y generando, en un inicio, debilidad en las piernas, brazos y/o torso.
La intensidad de los síntomas puede aumentar hasta generar parálisis y poner en riesgo la vida cuando se interfiere con la respiración, presión sanguínea y ritmo cardiaco.
El artículo explica que se desconoce la causa exacta por la que se presenta la enfermedad, sin embargo, puede afectar a personas de cualquier edad y sexo, y generalmente ocurre después de una infección viral respiratoria o gastrointestinal. Se estima que una de cada 100 mil personas la presenta.
Los síntomas que se mencionan son: pérdida de la sensibilidad o sensación de hormigueo en piernas y/o brazos; dolor similar al de un calambre muscular; movimiento descoordinado; visión borrosa y caídas.
No existe, como tal, una cura para este padecimiento, pero el tratamiento busca disminuir los síntomas evitar complicaciones y acelerar la recuperación. Se señala que en las primeras etapas, se administra inmunoglobina intravenosa a los pacientes, y en casos más graves, es necesaria la hospitalización para recibir apoyo ventilatorio y tratamiento de soporte.