Sin duda la felicidad es un estado emocional que se ha estudiado desde tiempos lejanos debido a que es algo que intriga en gran medida al ser humano, al ser un objetivo que todos buscan pero que muchas veces parece difícil de alcanzar.
Es por ello que incluso instituciones tan prestigiosas como la Universidad de Harvard han realizado investigaciones en torno a ella. Y justamente uno de los más extensos en su tipo, realizado por esta academia, determinó diversos aspectos de la felicidad, entre ellos, cual suele ser el rango de edad en el que las personas parecen experimentar estados de felicidad más plenos y duraderos.
Este análisis, realizado por el psiquiatra Robert Waldinger y el psicólogo Marcs Schulz, revela que lo que realmente contribuye a nuestra felicidad son las conexiones personales que establecemos con quienes nos rodean: “las relaciones de calidad y duraderas incrementan nuestra felicidad y esperanza de vida”.
Es quizá por esta razón que las personas parecen tener mayor felicidad en edades mayores, cuando sus relaciones de amistad y personales están más afianzadas, pues las que se han quedado es porque han logrado atravesar el tiempo.
¿Cuál es la edad en que somos más felices?
Waldinger y Schuz detallan explican los rangos de edad y los factores que suelen influir en los estados de felicidad, información que resumimos de la manera siguiente:
-Adolescencia (12-19 años): Durante esta etapa, la personalidad esta en formación, razón por la cual los estados emocionales suelen fluctuar en gran medida. Los adolescentes definen su proyección de vida influenciados por su entorno cercano como amigos, docentes, entrenadores y familia, lo cual puede ser un tanto inestable.
-Primera adultez (20-40 años): En este período, se establece una red de apoyo personal a través de la conexión con amigos, el ambiente laboral, la pareja y la familia; sin embargo, muchas veces no sé sabe si tales vínculos permanecerán con el paso del tiempo.
-Edad mediana (41-65 años): Esta fase se caracteriza por un enfoque más allá del individualismo. A pesar de contar con una pareja y empleo estables, las obligaciones y preocupaciones se intensifican, incluyendo la crianza de los hijos y el cuidado de los padres, razón por la cual, aún puede dificultarse que la felicidad se sienta de manera estable.
-Vejez (a partir de los 66 años): En esta última etapa, las preocupaciones se centran únicamente en lo verdaderamente relevante y en las personas que son importantes en nuestra vida, generalmente se tiene una mejor percepción de uno mismo y más tiempo libre para disfrutar, incluso en el caso de sufrir molestias en el cuerpo o algunas enfermedades.
Cabe mencionar que esta sensación de bienestar asociado a la edad no consideró a personas que al llegar a esa edad tuvieran problemas económicos sino a aquellos que ya contaban con un ingreso fijo y no tenían que cuidar a terceros. Es probable que en este caso el panorama pudiera ser diferente.
Sin embargo, en el caso de una vejez con condiciones favorables, esta suele ser la etapa de la vida en que las personas se declaran con mayor felicidad.