En el panorama de las disputas entre grupos criminales de México, los vehículos blindados se han convertido en un elemento de alta relevancia, pues permite la movilización de sicarios por terrenos de difícil acceso y les brinda cierto grado de protección durante los enfrentamientos.
Material audiovisual de una reciente confrontación en los límites de Jalisco y Michoacán evidenció que por lo menos una organización delictiva habría comenzado a incorporar elementos de unidades pesadas de guerra a sus vehículos.
Los hechos ocurrieron durante la primera semana de enero de 2024. Comandos del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) se enfrentaron a células de Cárteles Unidos, cuyo líder es Luis Enrique Barragán Chávez, alias ‘El R5′, según los reportes disponibles.
Al finalizar la ofensiva, sicarios de este último grupo tomaron videos para mostrar cómo quedaron las unidades blindadas del CJNG. La grabación fue compartida vía X, antes Twitter, por la cuenta @Elblogdelosgua1 y permitió ver un nuevo aditamento que el grupo de Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’, implementó en sus vehículos.
A diferencia de otras ocasiones, estos ‘monstruos’ no estaban equipados con llantas de camionetas o remolques, sino que habían sido adaptados para moverse utilizando un sistema de tracción similar al de los tanques de guerra conocido como ‘oruga’.
En lugar de ruedas, los ‘monstruos’ del CJNG contaban con eslabones modulares que forman un cinturón flexible y resistente, el cual permite un desplazamiento más estable en terrenos complicados, como lo puede ser la sierra de Tierra Caliente.
Acorde con un análisis de C/O Futures LLC, consultora especializada en temas de seguridad, este sistema de oruga hace que los vehículos sean más difíciles de atacar durante una ofensiva en movimiento.
Sumado a ello, estas estructuras son mucho más complejas de inhabilitar que las ruedas convencionales, ya que estas “se pueden pinchar por los disparos o con dispositivos para perforar neumáticos”.
A finales de 2023 se dio a conocer que el CJNG había aprendido y adoptado técnicas que el Ejército de Rusia comenzó a implementar poco antes de la invasión a Ucrania en 2022, como la instalación de una montura metálica a manera de jaula por encima de la cabina para proteger a los tripulantes de ataques lanzados desde drones.