Aunque durante los últimos años el gobierno de Estados Unidos ha enfocado sus esfuerzos en detener la producción y distribución de fentanilo, el país de las barras y estrellas también se enfrenta al tráfico de marihuana, cocaína, heroína y metanfetamina; ésta última una de las drogas más producidas en México.
De acuerdo con datos recientes del gobierno mexicano, durante 2023 se hallaron y decomisaron poco más de 403 mil 900 kilogramos de metanfetamina, lo que representa un incremento de 1,153% más que lo asegurado en 2022.
Reportes oficiales de Estados Unidos refieren que el principal productor de esta droga sintética es el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ―liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’―, seguido por el Cártel de Sinaloa ―actualmente encabezado por ‘Los Chapitos’ e Ismael ‘El Mayo’ Zambada―.
Al respecto, surge la pregunta: ¿cuál fue la primera organización criminal que comenzó a producir y traficar metanfetaminas y en qué año fue?
Los hermanos Amezcua, los reyes de la metanfetamina
Acorde con los reportes, los primeros en iniciar en el negocio de las metanfetaminas fueron los hermanos Amezcua Contreras a finales de la década de los ochenta, tiempo en el que los cárteles de drogas reconocidos se concentraban en el tráfico de cocaína, marihuana y heroína.
Según refiere el periodista Malcolm Beith en su libro El Último Narco: El Chapo, este grupo criminal realizó conexiones con delincuentes de Tailandia e India para conseguir los compuestos químicos en grandes volúmenes y, tras ello, se instalaron en Guadalajara y ordenaron construir pequeños laboratorios en Colima, Nayarit y Colima.
Reportes periodísticos indican que José de Jesús, Luis Ignacio y Adán nombraron a su pequeña organización ‘Los Amezcua’, en referencia a su apellido. Pero poco después, tras el aumento de sus actividades, comenzaron a ser reconocidos como ‘Los reyes de la metanfetamina’ e incluso como el Cártel de Colima.
Para 1994, según refieren datos de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), los Amezcua ya habían logrado introducir a EEUU al menos cinco toneladas de efedrina ―precursor en la producción de metanfetamina―. Para entonces, sus conexiones se habían extendido a Alemania y República Checa.
¿A qué estados de EEUU llegaron los hermanos Amezcua?
Según la administración antidrogas estadounidense, los Amezcua llegaron a operar en California, Texas, Georgia, Oklahoma, Iowa, Arkansas y Carolina del Norte. Beith apunta que incluso la producción de metanfetamina llegó a registrarse en el suelo del vecino norte.
“En la cúspide de sus actividades, se consideraba que los Amezcua estaban ‘entre los mayores contrabandistas del mundo’ de efedrina y productores clandestinos de metanfetaminas. Tenían redes por las que abastecen la droga a los consumidores estadounidenses y también la vendían a los Arellano Félix” señala en su obra.
Sin embargo, ninguno de los tres hermanos contaba con la protección que otros narcotraficantes poderosos de aquella época ostentaban, por lo que para inicios de los 2000 ya se encontraban en manos de las autoridades. Entonces, el negocio fue acaparado por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, otrora líder del Cártel de Sinaloa.
Beith asegura que, gracias a los contactos de ‘El Chapo’ y ‘El Mayo’ a lo largo de las costas mexicanas del Pacífico, el Cártel de Sinaloa consiguió fácilmente organizar los envíos de precursores y sus vínculos con organizaciones de China, Tailandia y la India agilizaron su incursión en este negocio.
“Aunque el negocio de drogas de Sinaloa había sido una operación conjunta entre El Chapo y El Mayo, el negocio de las metanfetaminas era el hijito de El Chapo. Construyó sus grandes laboratorios para producir metanfetaminas en las montañas de Sinaloa y Durango, y en jalisco, Michoacán, Nayarit y otros estados donde tenía conexiones”, reportó.
Hoy en día, el Departamento de Justicia señala a sus hijos Ovidio y Joaquín Guzmán López de haber continuado con la producción de este narcótico.