El pistache, cuyo nombre científico es Pistacia vera, proviene de un árbol llamado alfóncigo, el cual es originario de las regiones montañosas del Medio Oriente, siendo especialmente prominente en países como Irán, Siria, Turquía y Afganistán.
Este alimento es reconocido por su sabor satisfactorio y por ser una opción de tentempié favorable, destacándose entre los frutos secos como las nueces, almendras y nueces de la india por su bajo aporte calórico. Estos se posicionan como una de las alternativas más nutritivas dentro del grupo de alimentos considerados saludables.
Y es que su consumo aporta aminoácidos esenciales como la luteína, carotenos y arginina, que son cruciales para la salud de la vista, los huesos y la circulación, tal como indica la Fundación Española de Nutrición.
Estos frutos son una fuente rica en fibra, lo cual favorece el funcionamiento intestinal y el control de los niveles de glucosa en la sangre. Asimismo, se les reconoce por sus propiedades en la prevención de la osteoporosis y trastornos como el Alzheimer.
El principal atractivo de los pistachos reside en sus beneficios cardiovasculares. Su abundante contenido de omega 3 juega un papel importante en la reducción del colesterol LDL, conocido como “malo”, y en el incremento del colesterol HDL, o “bueno”, mejorando así la circulación de la sangre.
El omega 3 también es destacado por su contribución a la salud cerebral, ayudando a prevenir condiciones como los derrames cerebrales, aneurismas y accidentes cerebrovasculares, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Salud de EEUU.
Quiénes no pueden comer pistaches
A pesar de ser un alimento con grandes beneficios para la salud lo cierto es que podrían existir personas que no puedan consumirlos, pues podrían tener efectos adversos.
Aunque el grupo de personas que no pueden disfrutar de su sabor es reducido si es importante mencionarlo para evitar un daño a la salud; entre estas personas se encuentran aquellos que padecen hipertensión o problemas de retención de líquidos aunque los pistaches que deben evitar son específicamente aquellos que vienen adicionados con sal, debido a que suelen contener grandes cantidades de esta especie.
Y es que los pistaches que venden de manera comercial suelen ser elevados en sodio debido a que se les agrega más cantidad de sal de la necesaria para resaltar su sabor. En este sentido, las personas con estos padecimientos podrían consumirlos pero aquellos que sean 100% naturales sin ningún condimento añadido.
Por su parte, existen quienes suelen señalar que las personas con sobrepeso no deberían consumirlo pues contribuye al aumento de peso aunque, en realidad este dato es más un mito.
Si bien es verdad que los pistaches son elevados en calorías, pues pueden aportar hasta 600 calorías en una porción de 100 gramos, de acuerdo con información de la Fundación Española de Nutrición.
Su alto contenido de omega 3 hace que sea un alimento recomendado para personas son sobrepeso pues ayuda a activar el metabolismo y a reducir los niveles de colesterol en la sangre siempre y cuando se respete la cantidad recomendada, la cual es de 30 gramos, un puñado de entre 40 y 50 piezas.
Por su puesto, las personas que padezcan alguna alergia a otro tipo de frutos secos podrían evitar su consumo pues podrían desarrollar también alergia a los pistaches a largo plazo; los efectos de la alergia a los frutos secos pueden tardar en aparecer hasta 2 o 4 horas después de haberlos ingerido y los síntomas incluyen hinchazón, enrojecimiento, comezón, picor en la boca hasta dificultad para respirar.