¿De qué depende el ‘precio’ de los futbolistas y por qué algunos son tan caros?

El valor de mercado es una cifra que se asigna a un jugador en función de diversas variables, con el propósito de establecer un referente económico para futuras transacciones. Este valor orientativo, sin embargo, no siempre coincide con el precio final de un traspaso y sirve como punto de partida para negociaciones.

Aspectos como las transferencias previas, la edad del jugador, su potencial futuro, posición en el campo, rendimiento actual tanto a nivel de club como de selección, situación institucional del club al que pertenece, estado físico y regularidad, interés de otros equipos, trayectoria y experiencia profesional, prestigio internacional, salario y jerarquía dentro del equipo, así como su potencial como marca publicitaria, son algunos de los factores que influyen en la determinación de este valor.

En el mundo del fútbol, las cifras detrás de los fichajes están alcanzando dimensiones astronómicas. Un claro ejemplo de este fenómeno es el traspaso del lateral derecho Kevin Álvarez al Club América por más de 10 millones de dólares, una cifra que contrasta enormemente con lo que se pagó por jugadores en el pasado del equipo.

Recordando el caso de Paul Aguilar, quien llegó al América procedente del Club Pachuca en 2011 por aproximadamente 2 millones de dólares, podemos apreciar una diferencia abismal en los montos de transferencias en un lapso de doce años.

Aguilar, con un impresionante palmarés que incluía dos títulos de Liga MX, tres de la Liga de Campeones de la Concacaf y la Copa Sudamericana 2006, fue un fichaje relevante en su momento, pero ¿qué factores explican que un jugador como Álvarez, con menos laureles y experiencia, cueste ahora cuatro veces más?

La respuesta se encuentra en una compleja interacción de varios elementos. En primer lugar, la inflación juega un papel crucial.

Al igual que cualquier otro producto o servicio, el valor de los futbolistas se ve afectado por el aumento generalizado de los precios a lo largo del tiempo. Este fenómeno económico se magnifica cuando se considera la enorme expansión del mercado del fútbol en las últimas décadas.

A su vez, la ley de la oferta y la demanda también ejerce una influencia determinante. La escasez de ciertos jugadores, combinada con la alta demanda de clubes ávidos por reforzar sus planteles, puede elevar exponencialmente el precio de un futbolista.

En este sentido, no es raro que los promotores utilicen estrategias para inflar artificialmente el valor de un jugador, filtrando rumores o generando expectativas que incrementen su cotización en el mercado.

Otro aspecto que ha contribuido al aumento vertiginoso de los precios en el fútbol moderno es el poderoso impacto del marketing.

Con la proliferación de medios de comunicación y plataformas digitales, el alcance mercadológico de los jugadores se ha vuelto global, generando oportunidades de ingresos sin precedentes tanto para los propios futbolistas como para los clubes que los contratan.

No obstante, más allá de consideraciones económicas y comerciales, el rendimiento deportivo sigue siendo un factor determinante en la valoración de un futbolista.

El éxito en el terreno de juego puede elevar significativamente el precio de un jugador, como lo demuestra el caso de Julián Quiñones, cuyo traspaso al Club América se vio impulsado por sus destacadas actuaciones con el Atlas y Tigres.

Asimismo, el costo de formación juega un papel importante en la fijación de precios, especialmente en ligas como la argentina, donde los clubes valoran el tiempo y los recursos invertidos en el desarrollo de un jugador desde las categorías juveniles. Este aspecto se suma a consideraciones como la edad y la nacionalidad, que también influyen en la percepción del valor de un futbolista en el mercado internacional.

Transfermarkt, una de las plataformas líderes en valoración de jugadores, considera una amplia gama de variables para calcular el valor de mercado de un futbolista.

Entre estos factores se encuentran la condición física, la edad, la experiencia, eventos externos como la pandemia de Covid-19, el marketing individual, el interés del mercado, los traspasos previos, el rendimiento deportivo tanto a nivel de club como de selección nacional, el potencial de crecimiento, la reputación, el prestigio y el carácter del jugador, así como la situación económica general del mundo del fútbol y la evolución del mercado.

Sin embargo, existen otros elementos que también pueden influir en el precio de un fichaje, aunque no sean tomados en cuenta por plataformas como Transfermarkt.

Estos factores particulares pueden variar en cada caso y explican la discrepancia entre el valor de mercado y el precio de compra real.

Entre ellos se encuentran la adquisición parcial de derechos de los jugadores, cesiones de futura reventa, cláusulas de rescisión, exclusión del proyecto técnico del club, solicitudes específicas de entrenadores, plusvalías por razones presupuestarias, préstamos, vencimiento cercano de contratos, intercambios de jugadores, condiciones que obligan a un club a vender, traspasos con derecho/obligación de recompra o con opción de recompra, valoración de primas en los contratos y otros.

El Observatorio del Fútbol del CIES, por su parte, confirma la supremacía de jugadores como Kylian Mbappé, Vinicius Junior, Erling Haaland, Pedri y Jude Bellingham en sus valoraciones. Estos análisis se basan en datos históricos de transferencias y utilizan modelos estadísticos para evaluar diversos parámetros que influyen en el valor de un jugador.

En cuanto a la constante escalada de precios en el mercado del fútbol, Raffaele Poli, director del CIES, señala que en la última década los precios se han triplicado, impulsados por una docena de clubes que pagan sumas astronómicas y generan un efecto cascada en todo el mercado.